Ñuñorco cuenta con un museo y un libro cuenta su historia

Alfredo Esteban Rubio (54 años) empezó a vincular el Club Atlético Ñuñorco con distintas expresiones de la cultura en 1997, cuando el “Tigre” logró su primer título de la Liga Tucumana de Fútbol (LTF). “Quería atesorar cada detalle de la historia del club en un museo. Y todos aportaron”, contó. Dos décadas le llevó colectar memorias del club, fundado el 22 de junio de 1941 a instancias del ingenio homónimo, y cuyo nombre en quechua significa “Pecho de mujer”.

El museo abrió sus puertas en 2016, en el marco de los festejos por el 75° aniversario del club. Ese mismo día, Rubio, que cursa el Profesorado de Historia en el instituto terciario San Cristóbal, en Monteros, presentó el libro Mi primer amor - La historia que yo conocí del Club Atlético Ñuñorco.

Recopilación

“Fui secretario de la entidad durante 17 años. Después de ese largo camino y de toda una vida de ir a la cancha quise recopilar todo. Siempre con la idea de que los que pasaron por el club -dirigentes, jugadores, técnicos, hinchas- tengan algo grabado para nuestra ciudad, porque la historia de Ñuñorco es parte de la historia de Monteros”, contó el escritor a LG Deportiva.

El libro ofrece un formato cronológico. A lo largo de sus páginas, el lector se va encontrando con los distintos logros -institucionales y deportivos- del club, a la vez que lee entrevistas a ex dirigentes, a ex jugadores y a ex integrantes de cuerpos técnicos. No faltan las fotos; entre otras, de los planteles que dejaron huella. Allí aparecen nombres como los de Gabriel Risso Patrón, el lateral izquierdo que juega en Atlético en la Superliga y en copas internacionales, que se inició en Ñuñorco, donde salió campeón en 2015. O de Gustavo Balborín, el ex delantero de San Martín, que jugó en Primera para Gimnasia (Jujuy), Vélez y Lanús, y que con 18 años celebró un título con el “Tigre” en 1997. Y el actual presidente, Franco Sosa, que jugó en Boca, en Racing y en FC Lorient (Francia), entre otros, y que dirigió el plantel campeón 2018.

“A Gabriel lo tuve de infantiles y en parte de sus inferiores. Estoy muy contento de que haya llegado a cumplir su sueño de llegar a Primera en el ‘Decano’. Gustavo es el mejor delantero que vi en Ñuñorco: agresivo, buen definidor, todo el potrero encima. Y a Franco lo estamos acompañando en este nuevo proceso”, opinó Rubio.

Para instalar el museo, la comisión directiva de 2016 había cedido el espacio físico. “Estoy muy contento; es patrimonio de todos los hinchas, y las personas que visitan la ciudad pueden recorrerlo. Hay 900 fotos, separadas por décadas. La línea de tiempo es fundamental para que el visitante vaya recorriendo las distintas emociones. Están los trofeos de la LTF de 2015 y de 2018, y una maqueta del estadio”, enumeró Rubio. Añadió que la primera imagen data de 1941. “Ñuñorco jugaba con camiseta blanca, pantalón negro y medias grises. Costó mucho conseguir ese primer eslabón; la donó Domingo, un lustrín de la ciudad. Luego, la gente trajo más fotos de esa época”, dijo.

Pero no todo es investigación en la vida del escritor. Actualmente dirige la categoría 2003 del “Tigre”, que lidera el torneo. “Es algo que me apasiona. Con la clase 1994 de Ñuñorco salí campeón; en el equipo jugaba mi hijo Franco (también es papá de Ayelén y de Constanza). Fue uno de los dos títulos que logró el ‘Tigre’ en inferiores”, indicó, orgulloso. Añadió que en esa labor busca trascender lo futbolístico: “el objetivo es formar personas de bien mediante el deporte. En Ñuñorco vemos el crecimiento”.