La conservación de suelos plantea desafíos

La conservación de suelos plantea desafíos

Es necesario destacar la importancia que tienen los recursos naturales y la necesidad que existe en la sociedad de poder conservarlos, ya que para producir es necesario que el suelo y el agua sean conservados adecuadamente, porque son fundamentales para llevar adelante cualquier cultivo, sobre todo en los sistemas productivos actuales.

Mañana se celebra en el país el Día Nacional de la Conservación del Suelo, establecido en 1963 por decreto de la Presidencia de la Nación en memoria del doctor Hugh Hammond Bennet, investigador estadounidense que trabajó constantemente en busca de la preservación de la integridad del recurso natural suelo, cuya importancia es vital para la producción agropecuaria. Es por ello que, en esta oportunidad, queremos nuevamente destacar la importancia de los recursos naturales y la necesidad que existe en la sociedad de poder conservarlos, ya que para producir es necesario que el suelo y el agua sean conservados adecuadamente, ya que son recursos fundamentales para llevar adelante cualquier cultivo, sobre todo en los sistemas productivos actuales que tenemos en el país y en nuestra región NOA.

Estos recursos son finitos, y si queremos seguir produciendo es necesario cuidarlos, no solo por una cuestión productiva, sino por una cuestión ambiental que beneficia a la sociedad en su conjunto.

Es importante destacar que la productividad del suelo debe ocupar un lugar cada vez más prominente en el pensamiento de los pueblos y de sus conductores, ya que como fuente de alimentos para toda la humanidad debe ser objeto de la consideración inteligente y permanente que merece una riqueza tan indispensable.

Actualmente, las ciencias relacionadas con la producción agrícola ganadera siguen trabajando para lograr solucionar los problemas de mantenimiento y mejoramiento del suelo productivo. Para que esto suceda, y sobretodo porque la sociedad en general depende absolutamente de la producción del suelo para su existencia presente, la sociedad entera debe participar de esas responsabilidades.

La tierra productiva es la base para cualquier sistema productivo que se quiera realizar, y en esto los productores, los científicos y la sociedad deben entenderlo.

En el NOA y en Tucumán, en los sistemas productivos de granos, en general, los cultivos de invierno tienen un rol fundamental, ya que los mismos sirven para proteger a los suelos durante el invierno, pero dependiendo de cómo se presentó el otoño o cómo terminó el verano, estos cultivos pueden tener un doble propósito: hacer conservación de suelos y, a la vez, apuntando a la cosecha del cereal o la legumbre (trigo y garbanzo).

Estos cultivos, en consecuencia, integrados a la rotación y a las obras que se puedan realizar en el campo, pasan a formar parte del sistema de conservación de suelos. Con lo cual, al mismo tiempo, se están tomando recaudos por eventualidades que pudieran ocurrir en la época del año en que vuelven las lluvias.

El suelo agrícola configura el soporte más sólido de la economía argentina, así como de su expansión futura y que, consecuentemente, la conservación de nuestro recurso natural básico es imprescindible para garantizar el bienestar de todos los habitantes de la nación.

Este designio tiene hoy más vigencia que nunca en nuestro país, y particularmente en nuestra región, donde diversas situaciones originadas, principalmente, por causas antrópicas generaron problemas ambientales graves, los cuales están asociados a modelos productivos basados en obtener los mayores beneficios económicos en el menor tiempo posible, pensados en el corto plazo.

La degradación de los suelos en nuestra región es causada, principalmente, por el monocultivo de diferentes cultivos, la deforestación, el sobrepastoreo y el pobre manejo del suelo y el agua (escorrentía y riego), por algunos subproductos contaminantes de la industria y otros, los cuales reducen su capacidad productiva disminuyendo su condición para la producción de alimentos.

Por suerte tenemos en la región productores, profesionales y organismos técnicos que, día a día, trabajan para conservar el suelo y lograr encontrar herramientas en el manejo de los cultivos que permitan alcanzar esta tema, que es muchas veces largamente buscado.

La sustentabilidad del recurso suelo es una finalidad estratégica para nuestro país, planteándose lograr obtener más información acerca de la magnitud de los procesos erosivos, de degradación, de pérdida de fertilidad, y la necesidad de contar con indicadores de calidad de suelo sensibles a tales procesos.

Ya está claro que el futuro del mundo es producir alimentos de manera sustentable. Para ello, es fundamental trabajar con los recursos naturales de manera sustentable, pero para que esto suceda se necesita de un fuerte compromiso privado y estatal, cada uno cumpliendo con su deber: unos, trabajando sustentablemente sus campos, y otros, con legislación pertinente e incorporación de planes de educativos dirigidos a toda la comunidad, relacionados con la conservación de los recursos.

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