Bonsegundo, la mujer que jamás se rindió

Bonsegundo, la mujer que jamás se rindió

La autora del histórico 3-3 ante Escocia padeció hasta llegar a donde está hoy.

UN GRITO QUE PUEDE SABER A OCTAVOS. Bonsegundo festeja el gol con el que Argentina logró el agónico empate ante Escocia. El VAR le dio una segunda chance luego de que le atajaran el primer penal. Reuters UN GRITO QUE PUEDE SABER A OCTAVOS. Bonsegundo festeja el gol con el que Argentina logró el agónico empate ante Escocia. El VAR le dio una segunda chance luego de que le atajaran el primer penal. Reuters
20 Junio 2019

El mítico estadio Parque de los Príncipes de París fue testigo de la histórica remontada de que logró la Selección de fútbol femenino ante Escocia. En los últimos 15 minutos, con un gol de Milagro Menéndez y dos de Florencia Bonsegundo, las chicas argentinas no solo anotaron los primeros goles de Argentina en la historia de los mundiales sino que conservaron sus chances de clasificar y dejaron bien parado a un equipo que marcará un antes y un después.

Ese antes y ese después queda bien reflejado en Bonsegundo. Sin lugar a dudas, la que marcó el camino para lograr esta hazaña en la capital francesa. La número 11 de Argentina, oriunda de Morteros, Córdoba, se puso la ilusión argentina al hombro, y con un zapatazo desde afuera del área, y un penal repetido a instancias del VAR (le atajaron el primero) sumó otro capítulo de felicidad a una historia -la suya- que empezó con varios no tan felices.

Con 1.60 metro de altura, es una de las nueve jugadoras que tiene Carlos Borello en su plantel que disputan la liga de España.

Desde pequeña prefirió dejar a un lado las muñecas que le habían impuesto y agarrar la redonda, ponerla en el piso y jugar con los chicos, algo que nunca fue fácil para ella ni para ninguna de las que integran el seleccionado.

Cuando cumplió 13 ya no le permitían jugar en el equipo en el que había empezado, por lo cual tuvo que dejar el fútbol por dos años hasta que apareció una división femenina. Así, luego de participar de un torneo provincial, su habilidad con la pelota en los pies la depositó en la Selección Argentina.

Convocada y todo, en 2011 decidió igualmente viajar Buenos Aires para formar parte de Huracán. Más tarde fue UAI Urquiza el que puso los ojos en la delantera de gran potencia, donde fue campeona en 2014, 2016 y 2018.

Parecería que la historia del seleccionado argentino tiene que ser escrita con el botín de ”Flopy”. Su gol más importante hasta ayer había sido el 1-1 en Panamá que selló la clasificación al Mundial. Ahora, con los dos goles históricos de ayer, acumula 13 en 38 partidos con el equipo nacional.

Con 25 años, es una de las referentes del plantel. Tanto es así que fue la capitana en la Copa América 2018 y una pieza clave del ataque argentino.

Una historia como para soñar. En Bonsegundo, en la Selección y en el futuro del fútbol femenino.

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