09 Mayo 2019 Seguir en 
SIN SOLUCIÓN. “Tuvimos que enrejar todo para que estos sujetos dejaran de entrar”, contó el director. la gaceta / foto de franco vera
La comunidad educativa de la escuela Dr. Guillermo Griet, ubicada al sur de la capital, está indignada. El establecimiento sufrió dos robos recientemente. “Perdimos la cuenta de las veces que entraron a robar acá”, dijo Mariana Celerino, directora de los jardines de la institución. “Llegás y te das con que volvieron a entrar y nos sacaron televisores o ventiladores; hasta cortinas”, añadió la docente a LA GACETA.
La escuela está ubicada en Villa Amalia, en la esquina de Magallanes y La Rioja. Según dijeron los docentes, la zona es muy insegura y los delitos contra la propiedad son constantes. Aseguran haber denunciado varias veces los distintos ataques, pero nada ha cambiado.
“El martes a la noche rompieron la pared y entraron. Hace tiempo que la escuela está enrejada y aún así buscan la manera de seguir robándonos”, agregó Celerino. Según la maestra, los ladrones ingresan en grupo, pero uno sería menor de edad y de cuerpo pequeño, ya que los últimos robos se dieron a través de un ventiluz.
“Hay marcas de manos y pies, o zapatillas en las paredes cerca de los varios ventiluces que tenemos en las aulas. El chico debe ser de cuerpo pequeño para caber por esa ventana”, analizó.
El director de la escuela, Raúl Domingo Fernández, le dijo a LA GACETA que hace dos años la escuela está más protegida con rejas y candados en las puertas. “Ahora parece una cárcel, pero, bueno, las tapias son muy bajas y las galerías eran todas abiertas. Tuvimos que mandar a enrejar todo para que estos sujetos dejaran de entrar y hurtarnos todo. Arreglamos puertas y ventanas, y luego sufrimos otro asalto. Es increíble”, resaltó.
Los ladrones se llevaron el martes pasado dos minicomponentes, un parlante y elementos de cocina, según relataron los docentes. Anteriormente, habían sustraído un televisor de 24 pulgadas, una pava eléctrica y un parlante de computadora.
ESCUELA ATACADA. Los elementos escolares, que estaban en el armario, terminaron en el suelo tras el último robo.
“A veces abren las ventanas del jardín y sacan cortinas, juguetes, felpones, hojas, herramientas para que los chicos trabajen y después los venden en las esquinas del barrio”, añadió la docente encargada de los jardines.
Mariana Celerino dijo estar asustada por las amenazas que los padres de los alumnos están recibiendo. “Como acá se conocen todos, saben quiénes son los delincuentes. Los mismos familiares de los alumnos pueden estar robando; eso es así”, contó. Además recordó que el año pasado, el tío de un alumno que asiste a la escuela, hurtó una notebook mientras toda la institución participaba en un acto escolar.
Los niños, en medio de puertas rotas y paredes destrozadas, se quedan sin herramientas para poder continuar con sus estudios. Los docentes denuncian que ya pidieron más seguridad en la cuadra y en la misma escuela, pero que la respuesta que recibieron es que no hay policías que custodien la escuela. “Los maestros son asaltados cuando salen a tomar el colectivo o cuando vienen a trabajar. Pasa una moto y les roba. Hay mucha inseguridad acá”, expresó Fernández.
Los docentes dijeron que tanto los padres como los vecinos conocen a los responsables pero viven atemorizados. “Solicitamos custodia policial pero nos dijeron que no hay”, concluyó el director.
Una fuente de la Policía dijo que se atenderán los reclamos y que sí hay personal del servicio 911 que atiende la zona. (Por Luciana Nadales)
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