Seis preguntas y respuestas sobre la bronquiolitis

Seis preguntas y respuestas sobre la bronquiolitis

Aumentan los casos de la enfermedad que afecta a los más pequeños.

NEBULIZACIONES. Es una de las herramientas que permiten combatir los síntomas de la bronquiolitis.  NEBULIZACIONES. Es una de las herramientas que permiten combatir los síntomas de la bronquiolitis.

En el hospital de Niños, en los CAPS y en los consultorios pediátricos privados es la palabra que más se escucha: bronquiolitis. Esta enfermedad respiratoria que afecta a los niños menores de 2 años adelantó su aparición este año. Y los pacientes aumentan cada jornada. En los últimos 15 días se duplicaron los casos: ya hay más de 400 por semana.

La bronquiolitis es una de las llamadas infecciones respiratorias agudas bajas (IRAB) más prevalentes en otoño e invierno. Es altamente contagiosa: se calcula que uno de cada dos chicos padecen el mal. El principal causante de la patología es el Virus Sincicial Respiratorio (VRS). Si bien la infección en un adulto cursa sólo como un resfrío común, en los más pequeños puede comprometer su salud.

Estas son las algunas de las preguntas más frecuentes que les hacen los padres a los pediatras. Nos ayudó a responderlas el doctor Ernesto José Ways, especialista en infecciones respiratorias agudas (IRA) y jefe de Salud Respiratoria, que depende de la Dirección de Programas Integrados de Salud del Siprosa.

1- ¿Qué es el Virus Sincicial Respiratorio (VSR)?

- El Virus Sincicial Respiratorio (VSR) es la causa más frecuente de bronquiolitis. Esta enfermedad, que afecta las vías aéreas inferiores o ‘bronquiolos’, ataca en especial a los más pequeños, y es la causa más frecuente de internación en chicos menores de un año. Desde abril hasta septiembre son los meses de mayor circulación viral.

2- ¿Hay vacuna para prevenir la enfermerdad?

- Por el momento no hay vacuna, aunque actualmente se están desarrollando investigaciones en ese sentido. La alternativa es una gamma globulina monoclonal cuyo efecto dura 28 días. Está destinada a niños prematuros y con cardiopatías congénitas. El tratamiento se debe hacer al menos cuatro veces. Hasta que salga una vacuna, una buena forma de prevenir la bronquiolitis es con medidas de higiene (lavado de manos), manteniendo la lactancia materna y evitando que los pequeños tomen contacto con personas enfermas. También es primordial colocarles la vacuna contra la gripe, que es gratuita y obligatoria para los bebés desde los 6 a 24 meses.

3- ¿Cómo se contagia la enfermedad?

- El contagio se da por tos, estornudos o incluso risas que dejan partículas en suspensión. Por eso es recomendable no llevar a los bebés a lugares donde hay mucha gente y no permitir que les den besos. Si hay algún hermanito o adulto enfermo en la casa, lo ideal es aislar al bebé la mayor parte del tiempo. Evitar la contaminación ambiental con humo (ya sea humo de cigarrillo u otros).

4- ¿Se puede tener bronquiolitis más de una vez?

- Es un sindrome que se da como primer episodio de enfermedad obstructiva. Los síntomas reiterados deben hacer pensar en sindrome recurrente, asma u otra enfermedad respiratoria, malformativa o cardiopulmonar.

5- ¿Cuáles son los principales síntomas de la bronquiolitis?

- Mucosidad nasal, tos, catarro, respiración más rápida y aumento de tos, respiración ruidosa con silbidos, el niño se agita fácilmente, tiene dificultad para alimentarse o para conciliar el sueño y presenta fiebre con temperatura mayor a 38°C.

6- ¿Siempre hay que internar al bebé con bronquiolitis?

- Solo el 1 % de los niños con bronquiolitis se internan. El manejo es sobre todo ambulatorio. Si el paciente está enfermo y se agrava se intenta una internación abreviada con broncodilatadores y oxígeno. Sí puede ser necesaria la internación en algunos casos: si tienen menos de dos meses de vida o si son pequeños de alto riesgo; estos son bebés nacidos prematuramente de bajo peso o con ciertas afecciones pulmonares. También forman parte del grupo considerado más vulnerable los niños con cardiopatías congénitas. Esta población tiene un riesgo mayor de evolución grave de la enfermedad y complicaciones.

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