No llegan al 20% las obras de mujeres en el patrimonio artístico

En el mundo del arte todo o casi se observa desde una mirada femenina y cuantitativa por estos días. Como era previsible, los debates sobre el arte se han trasladado a su circulación, y fundamentalmente al género. ¿Cómo es que las artistas tienen tan escasa presencia en los patrimonios, concursos, salones, curadurías con la dimensión e influencia que tuvieron en particular, en las artes visuales? “Si tomamos el largo siglo XX la representación de las mujeres nunca alcanza el 10%. Y la escultura está en torno al 5%”, cuenta Andrea Giunta, historiadora y una de la fundadoras del movimiento Nosotras Proponemos. En el mejor de los casos, precisa las artistas mujeres constituyen el 30% del mundo del arte.

(La no visibilidad del arte realizado por mujeres ha sido denunciado desde fines de los 60 y en particular con las acciones del grupo Guerrillas Girls- creado en 1985- que han intervenido diversas instituciones en el mundo con los ‘escraches’).

Se puede pensar y cuestionar qué sucedió con Lola Mora, cómo pudo efectuar todo lo que se conoce, pero no eso que produjo: los dibujos de los gobernadores, esculturas, monumentos. Porque obviamente existía y existe una gran discriminación contra la mujer; aunque el caso de Lola Mora parecería atenuarlo (gran parte de sus obras han sido expuestas en esta ciudad, en los espacios más públicos, en Buenos Aires y en Jujuy). Pero, no debe olvidarse que la escultora fue servil al poder, a gobernadores y principalmente el presidente Julio Roca (sus mecenas).

Pero, ¿cuántas artistas integran el patrimonio del Estado tucumano? El valor está disperso entre la Dirección de Artes Visuales, el Museo Timoteo Navarro, pero también en la Casa de Gobierno y en algunas reparticiones como la Dirección de Rentas o la Caja Popular; la Municipalidad de San Miguel de Tucumán. Pero además está la propia Universidad Nacional de Tucumán con su museo.

El patrimonio artístico oficial -ese que pasa a la historia- se encuentra en el Museo con 903 obras, según los últimos datos. “Hay alrededor de 152 obras de mujeres en el inventario, de las cuales una gran franja se incorporó en los últimos años, en lo que podríamos llamar arte contemporáneo. Sería un 17% de la totalidad del patrimonio”, informa el nuevo responsable del archivo histórico de esa institución Alejandro Esser ante un requerimiento de LA GACETA.

El dato vale: a nivel nacional se estima el 30% en las instituciones oficiales. Son cifras que brindan las organizaciones feministas como Nosotras Proponemos. “El cupo no es objetivo nuestro, y ni siquiera el 50%. Queremos todo, seamos sinceras. Las mujeres somos el 80% de la matrícula de las escuelas de arte, lo que significa que nuestros cuerpos están alimentando a un sistema productivo. El Museo Nacional de Bellas Artes mantiene un montaje en el que sobre 270 obras de arte argentino 20 son de artistas mujeres. ¿Cómo se explica que en una sala se instalasen dos obras de Quinquela Martín y ninguna obra de una artista mujer?”, se pregunta críticamente Giunta.

La Dirección General de Rentas que presentó su colección en 2007 por iniciativa de su ex director Pablo Clavarino, sobre un poco más de 30 obras, un tercio son de mujeres. En una colección que se preocupó por un perfil netamente contemporáneo, se pueden observar obras de Rosalba Mirabella, Blanca Machuca, Natalia Lipovetzky, Juliet Ruiz, Flavia Romano, Ada Porcel y Belén Romero Gunset, entre otras, en una mayoría con fotografías.

Casa de Gobierno

A fines de 2016, el gobernador Juan Manzur compró para la Casa de Gobierno 30 obras: integró un jurado que hizo la selección. Entre estos, “De la serie jardín oculto: Ingenio San Juan”, de Juliet Ruiz; “Siempre te veo en Tucumán”, de Pierina Illuminato; “Misa Chico IV”, de Maru Coviello; una escultura de Lilian Prebisch y un dibujo de Geli González: fueron adquiridas 10 sobre 30. (A pesar del anuncio del propio gobernador, y de su ministro Pablo Yedlin, desde entonces no hubo más compras. De todos modos, estas obras fueron inventariadas en Casa de Gobierno, o sea que pertenecen a ese espacio).

Beatriz Morán es la directora de Cultura de la Municipalidad de esta capital. El viernes pasado el mediodía le contó a este columnista que entre la pinacoteca, grabados, dibujos y esculturas suman 75 obras, de las cuales hay 16 obras de 12 artistas mujeres. En un momento, hay que recordar, la municipalidad apostó por el Salón del Poema Ilustrado, varios de cuyos premios permanecen en la colección.

En el MUNT coexisten distintas colecciones: la de Roberto Córdoba (fotógrafo tucumano que donó su archivo de fotos copiadas en papel y la mayor parte de sus diapositivas), la Bachur (compuesta de fotografías y objetos), la Atilio Terragni (que cuenta con algunas obras, fotografías, herramientas de trabajo, objetos personales, documentos escritos, etc); y la de León Ferrari (una pequeña selección de la serie de 27 heliografías realizadas en Brasil durante la época de su exilio). Pero además, posee los premios adquisición del Salón de Arte Contemporáneo que lleva más de 10 ediciones.

Obras de Carlota Beltrame, Cecilia Villafuerte, Geli González, Lucrecia Lionti y Lorena Kaethner se conservan en este edificio de San Martín 1.545.

Por estos días puede observarse una exposición con obras de diversas mujeres: conceptuales y de arte textil; intervenciones políticas. El patrimonio de la UNT no ha avanzado en relación al contenido de las demás instituciones: la proporción de las mujeres no es superior que en la provincia.

El surgimiento de colectivos de artistas que se debaten entre las instituciones y fuera de ellas, han marcado gran parte de las exhibiciones artísticas del último par de años. No así de las adquisiciones.

> El arte de las mujeres
Una agenda para todo el país
El diario La Nación informó: “El Museo Nacional de Bellas Artes prepara su propia exposición feminista para mediados de año: la historiadora Georgina Gluzman curará una exposición que visibiliza las obras de las artistas mujeres activas en Buenos Aires entre fines del siglo XIX y principios del XX”, informa. Gluzman dice: “la historia del arte no es una cosa fija en la que ingresan los que se lo merecen; es un relato que se construye en un momento histórico, con determinados prejuicios. El canon es políticamente masculino y las mujeres estamos excluidas simbólicamente”, dice.