“Todavía no pude recuperarme”, enfatizó el gerente de Titanio

José Simón Emilio Armando, gerente comercial de Titanio, aclaró que todavía sobrelleva las secuelas de su detención por el robo millonario a esa empresa financiera. Sin embargo, afirmó en una entrevista con LA GACETA que sintió alivio el viernes, al enterarse de la aprehensión de dos personas y el secuestro de dinero en efectivo que podría corresponder al atraco a la sucursal de calle San Martín al 800, tras varios allanamientos realizados en Tucumán y en Córdoba.

-¿Conoce a las personas que fueron señaladas como posibles autores del robo?

-No las conozco, no sé quiénes son. Por lo que leí, es gente de Córdoba y de Tucumán. Pero no tengo idea de quiénes son.

-¿Cómo tomó la noticia de las detenciones?

-Me generó tranquilidad por el hecho de que se está trabajando sobre una pista seria, y no como se encaró al comienzo de la causa. Las primeras medidas fueron un apresuramiento judicial, propio de un inexperto. No hay otra explicación. No se puede acusar a una persona por el solo hecho que en su casa haya una suma de dinero. Dijeron que no podía justificarlo, cuando al día siguiente lo hice con documentos irrefutables. La única razón por la que me detuvieron fue que encontraron $ 900.000 en mi casa. No puedo entender todavía por qué no se tuvo en cuenta los papeles presentados, por ejemplo, título de propiedad y de auto, que eran originales.

-¿Qué le explicaron en la Fiscalía?

-Nunca habló conmigo el fiscal (Pedro Gallo). Tuvo que haber investigado antes quién era yo para decir que $ 900.000 era motivo para sospechar que tenía algo que ver con el robo. De aquí se llevaron unos $ 7 millones de la empresa (Titanio), más dinero de los socios. Pude justificar el capital que habían hallado en mi vivienda al día siguiente. No lo había hecho ese día por no tener los documentos a mano.

-¿Conocían las pistas de esos sospechosos?

-Al tiempo del hecho, recibimos una llamada anónima en la que nombraban a uno de los integrantes de la banda. Luego pasamos esa información a la Fiscalía.

-¿Cómo siguió su situación, tras los días de detención?

-Debieron decretar mi libertad porque no había más pruebas. Nunca me creyeron que no usaba celular. Hoy tampoco uso uno. En una de las filmaciones aparecía el delincuente hablando por celular y el fiscal supuso que hablaba conmigo. Mandó a pedir los informes a las telefónicas, que respondieron cuando quisieron. Mientras tanto, me tuvieron detenido. El daño que me causaron ha sido irreparable. Allanaron mi casa con una espectacularidad de película; también las de mis hijos y de gente allegada.

-¿Cómo recibió el respaldo de los accionistas?

-El único que no me conocía era el fiscal. Tengo 70 años y hace 56 años estoy en el comercio, siempre en cargos directivos de empresas. Tengo una trayectoria intachable. Alguien que me conozca no puede decir algo malo de mí (...) Todavía no pude recuperarme, y no sé cuánto tiempo me llevará hacerlo. Me cuesta hablar del tema, me causó problemas psicológicos. Inclusive, tuve problemas de salud al enfermarme cuando estaba detenido.