“Prometió venganza y cumplió asesinando a mi hijo de un disparo en la cabeza”

La víctima tenía 18 años y sus padres aseguran que el asesino tomó revancha después de que los vecinos lo detuvieran tras un robo.

PROFUNDO DOLOR. Antonio Díaz muestra una foto de su hijo Jonathan durante el sepelio realizado ayer.  la gaceta / foto de franco vera PROFUNDO DOLOR. Antonio Díaz muestra una foto de su hijo Jonathan durante el sepelio realizado ayer. la gaceta / foto de franco vera

Detrás del crimen de Jonathan Leonel Díaz hay una promesa de venganza que se cumplió después de un año. El domingo por la tarde, el adolescente de 18 años fue asesinado de un tiro en la cabeza en el barrio Ampliación Alejandro Heredia, en la zona sur de la capital.

Un tal “Santiagueño” es buscado por el crimen. En diciembre de 2017, este sujeto intentó asaltar al padre de Jonathan. Pero los vecinos lo persiguieron y cuando lo atraparon lo golpearon. Después lo entregaron a la Policía. El “Santiagueño” y su familia prometieron tomar represalias por ese hecho.

“Juraron que iban a vengarse y cumplieron matando a mi hijo”, dijo Antonio Díaz, padre de Jonathan. El muchacho falleció el lunes al mediodía. Ayer fue velado en su casa. Sus órganos fueron donados. “A pesar del dolor es un consuelo que haya salvado vidas”, dijo su padre.

“Vi cuando lo mataron”

Valeria Melián fue testigo del homicidio de su hijo y describió cómo fue el momento del mortal ataque. “Eran las 19.30 del domingo; en ese momento mi hijo llegó de la casa de su novia. Se quedó en la puerta de casa hablando con su abuela. Vi cuando lo mataron. Yo estaba al frente”, relató. “De repente apareció este tipo. Primero lo vi que pasó en moto, iba solo. Después se detuvo a unos 10 metros. Sacó el arma e hizo un solo tiro. Después se puso el arma en la boca y huyó. Primero parecía que la moto no le arrancaba, pero luego huyó a toda velocidad”, agregó.

“En ese momento nos desesperamos. No pensamos en perseguirlo. Asistimos a nuestro hijo y lo trasladamos hasta el hospital Padilla. Ya estaba con muerte cerebral. Finalmente murió el lunes al mediodía. La bala quedó alojada en su cabeza y recién se la sacaron en la autopsia”, explicó.

Golpiza y revancha

El homicida fue identificado como Edgardo Ponce. Su familia es conocida como “Los santiagueños”, aunque en realidad son oriundos de Simoca. En la madrugada del 7 de septiembre de 2017, Ponce y un cómplice interceptaron al padre de Jonathan cuando llegaba en su taxi.

“Era cerca de las 5. Cuando bajé del auto me dieron un culatazo en la cabeza y me hicieron caer. Me decían: ‘¡Dame la guita que sabemos que tenés!’. Pero no teníamos plata”, contó Díaz.

Mientras tanto, el otro ladrón ingresaba a la casa, donde otro familiar le hizo frente. “Empezaron a disparar, hicieron muchos tiros. Eso alertó a los vecinos, que salieron. Cuando intentaron huir se cayeron de la moto y los vecinos persiguieron y atraparon a este tipo, que fue golpeado”, explicó.

Díaz cree que los ladrones sospechaban que él había cobrado una indemnización por un accidente de tránsito que había tenido su hijo en septiembre. “Pero no era así. A mi hijo lo chocaron y el responsable le pagó el arregló pero no hubo una indemnización; quedó en eso”, aclaró.

“A mí me dispararon pero por suerte no me dieron. Desde ese momento los familiares nos amenazaron con que iban a tomar represalias, sobre todo una hermana: Karina Ponce, pero no imaginamos que todo eso se iba a volver realidad”, se lamentó la madre del joven fallecido.

Donante

Jonathan había renovado su DNI días antes de que lo asesinaran, explicaron sus padres. Cuando realizó el trámite aceptó anotarse como donante de órganos del Incucai.

“Los médicos nos dijeron que con sus órganos se lograron salvar cinco vidas, entre ellas la de una niña de dos años. A pesar del dolor que tenemos, es un consuelo”, contó Antonio Díaz.

“Era un buen chico que tenía su vida ordenada. Estaba de novio hacía ocho meses y había entrado a trabajar en una empresa constructora”, relató.

El caso es investigado por la fiscala de Homicidios Adriana Giannoni. Los agentes de la División Homicidios de la Policía y del ECIF (Equipo Científico de Investigaciones Fiscales) del Ministerio Público trabajaron en el hecho.

Las fuentes consultadas señalaron que el sospechoso circulaba en una moto negra y que fue visto momentos antes rondando la zona. Tras el crimen, señalaron, huyó por calle Congreso. Residiría en la zona de Olleros y Buenos Aires, en Villa Amalia. Los pesquisas allanaron esa vivienda pero no encontraron al sospechoso. Los vecinos manifestaron que huyo de esa propiedad tras el crimen.

Es considerado un sujeto peligroso. Tiene antecedentes por robo y posiblemente esté vinculado con otro crimen, señalaron las fuentes.

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