Buscan las soluciones entre nuevas variedades y el aporte biotecnológico

Las plagas y enfermedades siempre exigen el máximo de atención y de actuación de los productores cañeros de Tucumán, para evitar que las infectaciones se propaguen y terminen afectando, según las características de cada caso, pérdida de rendimiento fabril de caña y/o de rendimientos sacarinos.

El caso de la Diatraea saccharalis, a partir del informe que elaboró la Estación Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán, para LA GACETA Rural, nos llevó a consultar a los productores de la actividad para conocer el impacto de la enfermedad en sus lotes. Consultamos al productor cañero José Ignacio Lobo Viaña, sobre el impacto en sus campos.

- ¿Hay presión de Diatraea en los campos implantados con caña donde está produciendo?

- Por el momento no tengo nada. Se trata de una enfermedad que está más concentrada en las zonas norte de Tucumán y algo más al sur (La Cocha). La presión es por zonas. La zona central cañera tucumana tiene presencia, pero no es gran cosa. Se trata de un gusano que cava y destruye la yema de la planta. En mi caso el impacto es mínimo, casi nada.

- ¿Cómo afecta al cultivo?

- El impacto es que genera problemas por la baja del rendimiento fabril de caña. Es un problema que, hasta hoy, no tiene una solución. Se trata de un problema varietal.

En estos momentos, los investigadores trabajan sobre mejoras de las variedades; y también en biotecnología.

- ¿Con qué cuentan hoy para enfrentar esta enfermedad?

- Existen variedades que son más resistentes y otras no tanto. En cuanto a la biotecnología, por el momento no existe una solución en esta área.

- ¿Hay alguna otra plaga o enfermedad que esté incidiendo o amenace con fuerza a los cañaverales?

- En marzo de este año, nosotros tuvimos presión de “roya marrón”, que año tras año va en aumento, lo que genera preocupación.

Esta enfermedad aparece cuando las condiciones climáticas favorecen su desarrollo. Y, principalmente, ataca las “cañas planta” en su mayor proporción. Y muy poco a las “cañas viejas”.