Mano Arriba defiende a la mujer independiente

Mano Arriba defiende a la mujer independiente

La banda uruguaya de cumbia electro pop es el número central de un festival callejero. Las apuestas a contar con una identidad propia

DIVERTIDOS. Montaño, los hermanos Rabaquino y Ferrero crearon Mano Libre en Montevideo hace casi cuatro años, a partir de experiencias previas. gentileza natalia fiore DIVERTIDOS. Montaño, los hermanos Rabaquino y Ferrero crearon Mano Libre en Montevideo hace casi cuatro años, a partir de experiencias previas. gentileza natalia fiore
13 Enero 2018

El recuerdo que Mano Arriba tiene de Tucumán es accidentado, literalmente. La banda uruguaya de cumbia cheta pasó de visita por la provincia el primer día del año para conocer las ruinas de Quilmes y Tafí del Valle (donde actuará esta noche), y en El Infiernillo uno de los autos en los que se trasladaban golpeó una piedra y debieron esperar el auxilio con la luna en lo alto.

“No hacemos muchos paseos, porque prácticamente no tenemos tiempo libre entre recitales. Una vez que decidimos mandarnos a conocer un lugar, nos pasó eso. Lo mismo, el sitio es hermoso, con el cielo y las montañas al alcance de la mano”, le dice entre risas a LA GACETA Natalia Ferrero, la voz encima y abajo del escenario.

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Ese episodio ya quedó en la anécdota, y no empaña en lo más mínimo las ganas que tiene el grupo de debutar en suelo tucumano. Será el número central de una fiesta popular que comenzará hoy a las 21 frente a la Municipalidad tafinista, de la que también participarán artistas tucumanos, con entrada libre y gratuita.

El conjunto fue creado hace menos de cuatro años y es una de las sensaciones musicales de la temporada, con su último éxito, “El verano es de los solteros”. La cantante es la única mujer de la banda que integra junto a los también uruguayos Álvaro Rabaquino (teclado), Federico Rabaquino (percusión) y Mariano Montaño (guitarra) y al argentino Hernán Colantuono (bajo), quien se suma en las giras por el país.

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Mano Arriba recorre el camino que inició Márama, seguido por Rombai. Todos ellos refieren como un referente a Agapornis, sin los cuales la evolución y el crecimiento de este estilo hubiese sido impensado.

“Nunca supusimos que podríamos haber llegado tan lejos de casa ni alcanzado a tantas personas. Es increíble que se escuchen nuestros temas y que la gente los conozca; en ese momento te das cuenta del poder de la música. Nos pasaron cosas muy locas, como tener que tomar un avión privado para cubrir dos eventos importantes la misma noche, hasta conocer lugares que nunca hubiese conocido de no ser por la banda”, reconoce.

Por las redes

Para alcanzar y mantener esa popularidad, el rol que juegan las redes sociales es fundamental, en especial entre las generaciones jóvenes. “Son una herramienta democrática, ahora cualquiera puede mostrar lo que hace sin tener que pasar por una discográfica o un productor. Nosotros acompañamos esa ola, con el respaldo de la gente en Internet, que escuchó nuestro primer tema (‘Llámame más temprado’), se apropió de él, lo hizo suyo y lo empujó fuerte. Nos dimos cuenta de que estaba pasando algo más allá de lo que esperaba la banda. No a todos los músicos que conocemos les va bien, pero evidentemente encontramos algo que le resonó al público y nos empezó a seguir”, señala Ferrero.

El grupo se conformó con músicos que llegaban de otras experiencias, como el rock. Ferrero, incluso, ni siquiera se dedicaba profesionalmente a la música (lo hace hace apenas 18 meses).

La decisión fue armar una propuesta divertida para animar fiestas y lo que apareció fue la cumbia, porque era lo que se estaba escuchando y comercialmente mejor podía instalarse. De allí, Mano Arriba fue creciendo para pasar de los covers que interpretaban (la primera canción que grabaron fue una versión de “Wake me up”) a la composición de temas propios. Así es como surgieron “La noche no es para dormir”, “Hicimos Un pacto”, “El equivocado”, “Lo que pasa en la noche” y “Admítelo”, aparte de los ya mencionados.

“El letrista es Álvaro, y me parece que lo que decimos es una de nuestras fortalezas. Él me conoce muy bien desde hace muchos años, y me compone canciones a la carta, especialmente para mí. Tienen parte de mi personalidad y de mis ideas: muestran a una mujer independiente, que se ríe de que un tipo no le dé bola, que sale y se divierte. No presentamos a la mujer como víctima, ni la cosificamos como un cuerpo. Acompañamos un poco el tiempo que se vive actualmente en todo el mundo, sin habérnoslo planteado antes. Es lo que naturalmente nos salió hacer”, explica.

Si bien se identifica al grupo con una mezcla entre la cumbia, la música electrónica y el pop, la vocalista se resiste a un encasillamiento: “el ser humano necesita ponerle etiquetas a las cosas para delimitarlas, pero nosotros no queremos cerrarnos sino que estamos abiertos”.

“Intentamos meterle cosas propias al género para tener una identidad definida, influencias de otros sonidos que nos permiten enriquecer los temas. Y en el vivo le ponemos mucha energía, con partes al ritmo del rock y con muchas armonías vocales. Yo bailo y hago teatro desde chica, lo que también llega al escenario”, agrega como cierre de la convocatoria a participar de un show bajo el cielo de Tafí del Valle, que se anticipa como de los más concurridos del verano tucumano.

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