01 Octubre 2017
Personal de Gendarmería secuestró 31 kilos de cocaína que eran trasladados en un ómnibus de larga distancia que había partido desde la localidad jujeña de La Quiaca y que tenía destino final la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Con este procedimiento, la fuerza en menos de una semana incautó 86 kilos de “merca”.
Los gendarmes, en el puesto de peaje de Trancas sobre ruta 9, hicieron detener al micro. En lo que es un control de rutina, pidieron a los pasajeros que cada uno tomara sus pertenencias. En la bodega quedó una valija que nadie reclamaba. Por ese motivo, ante la presencia de testigos, decidieron abrirla. Allí encontraron seis paquetes que habrían tenido un peso de más de 7 kilos.
Como nadie se hizo cargo de la carga, por cuestión de precaución, los uniformados comenzaron a revisar las pertenencias de todos los pasajeros. A uno de ellos le encontraron los 24 kilos de cocaína que tenía distribuida en al menos dos bolsos.
Los pesquisas sospechan que la droga tenía destino Buenos Aires, pero no descartan que la estuvieran trasladando a otra provincia, ya que no es común que se traslade tanta cantidad de cocaína en un ómnibus de línea. El valor de la cocaína en Buenos Aires, según los especialistas, superaría los U$S 217.000.
Ayer, en el mismo puesto y también en un control de rutina, los hombres de la fuerza detuvieron a una mujer que escondía la droga en la manta con la que abrigaba a su pequeño hijo de dos años.
La sospechosa, según confirmaron fuentes judiciales, había tomado el micro en la localidad salteña de Salvador Mazza y se dirigía a Buenos Aires. La mujer quedó detenida con el pequeño a su cuidado hasta sus familiares puedan llevarlo a su domicilio. Caso contrario, podría ser internado en la Sala Cuna.
En tanto que el martes, en la localidad de 7 de Abril, la fuerza detuvo a un gendarme que llevaba 54 kilos de cocaína oculta en su auto.
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