Cambios de consumo y producción de energía

Cambios de consumo y producción de energía

La actividad azucarera debe convertir nuestros cañaverales no solo en azúcar, sino también en energía como alcohol y electricidad. Nuestros cañaverales son “plantas industriales” o una “industria verde” que utiliza energías limpias y renovables, como la solar, donde las hojas actúan como “paneles”. Nuestros cañaverales son una usina que debe ser aprovechada, y ya se está en ese camino.

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El mundo tiene necesidades alimenticias cada vez mayores, ya que estas crecen a medida que aumenta la población mundial.

Se calcula que la población del mundo podría incrementarse a más de 9.000 millones de habitantes hacia finales de la década de 2030, por lo que las necesidades de alimentos y de bienes de servicios se incrementarán paulatinamente.

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Para esto, no cabe duda que es necesario que los productores, técnicos investigadores y porqué no la clase política que articule con el campo para legislar en política agropecuaria deben analizar y agudizar el ingenio, para lograr de alguna manera incrementar la producción de alimentos.

Como primera medida debe aumentarse la capacidad de las tierras de cultivo para que su producción por unidad de superficie sea mayor y, para ello, el hombre de campo dispone de diferentes herramientas tecnológicas que ayudarán a dar este gran paso.

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En segundo lugar, hay que ver la posibilidad de sumar nuevas tierras, algo ya impensado, ya que cada vez son menores, y si pretendemos cuidar el medio ambiente, las zonas que nunca fueron explotadas deberían seguir cuidándose.

Finalmente, se podría lograr que tierras ya inservibles sean recuperadas para una nueva actividad agropecuaria.

Pero no toda la necesidad de producir más pasa por lo alimenticio, sino que el hombre también quiere satisfacer otras necesidades no primarias, como el alimento, y lograr a través del consumo un bienestar que no lo dan los alimentos.

Alimentos y bienes

Hoy el mundo debe lograr no solo producir los alimentos básicos, sino también otros bienes donde el hombre esté dispuesto a pagar para consumirlos.

Pero para lograr esto es necesario, sin duda, producir siempre teniendo la mira en cuidar el medio ambiente circundante, con lo que muchos especialistas y técnicos dedicados a la producción denominan “desarrollo sustentable”.

Actualmente, el desarrollo sustentable no solo debe alimentar, sino también debe mejorar la calidad de vida de los habitantes, para que tengan una mayor capacidad de lograr satisfacer sus necesidades.

El ser humano busca, de manera permanente, el cambio de lo que consume, ya que a medida que pasa el tiempo los cambios en el tipo de consumo existen y, por ello, el desarrollo sustentable debe ir adaptándose a esos cambios.

Cada ser humano demanda una casa, una heladera, un auto que utiliza combustibles fósiles, prefiere comer proteínas o utilizar aceites en lugar de cereales u hortalizas. A este ritmo, si sigue incorporándose una parte importante de la población mundial a estos estándares de consumo, necesitaríamos muchos planetas para satisfacer estas demandas.

El nuevo rumbo

Estas nuevas demandas, como la energética, deben ser cubiertas y, actualmente, a las plantas las tenemos que ver como biorreactores, y no sólo como productores de alimentos (proteínas, hidratos de carbono o fibras), sino variadas formas de energía, enzimas industriales, plásticos o medicinas.

Nuestra principal actividad agroindustrial debe dirigirse definitivamente en esa dirección, donde hoy muchos ya la han tomado, y convertir nuestros cañaverales no solo en azúcar, sino también en energía como alcohol (combustible renovable) y electricidad.

Ataque y defensa

Es fundamental que miremos y direccionemos la actividad en ese rumbo, ya que los detractores de la actividad azucarera son cada vez mayores. Y a las pruebas nos remitimos, ya que los cordobeses de la capital de esa provincia no quieren tener azúcar en las mesas de sus bares.

Muchos afirman que su consumo es nocivo para la salud, y otras cuestiones, que solo achacan a la industria azucarera por los problemas de obesidad, sin tener en cuenta el real exceso en el consumo de alimentos grasos y en el sedentarismo.

La actividad, sin duda, debe defender sus intereses frente a las artimañas de los detractores, para evitar que el consumo de azúcar caiga afectando a la actividad en su conjunto. Pero, sin dudarlo, los rumbos tomados para la generación de energía deben ser fortalecidos aún más.

Nuestros cañaverales son verdaderas “plantas industriales” o una “industria verde”, que utiliza energías limpias y renovables, como la solar, donde las hojas son una especie de eficientes “paneles” que captan los rayos solares.

Nuestros cañaverales son, en realidad, una usina que debe ser aprovechada y ya se está en ese camino.

Los cambios

Sin duda que los cambios que la sociedad viene imponiendo a las actividades agroproductivas e industriales necesitan de los aportes invalorables de la tecnología pero, a la vez, de decisiones políticas y empresariales consensuadas y que miren al futuro en el mediano y largo plazo.

Los cambios en las necesidades de consumo son permanentes y el sistema productivo agro industrial debe adaptarse a estos cambios, en procura de lograr satisfacer las necesidades de consumo del hombre.

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