El plantel "santo" no baja la guardia y enfrenta mañana la primera de cinco finales

A todo o nada; con el cuchillo entre los dientes; con el corazón en la mano. Todas esas frases sirven para graficar cómo deberá jugar San Martín las cinco finales que le quedan en este interminable torneo de la B Nacional.

Hace poco más de un mes, hablar de problemas con el descenso parecía algo superado en La Ciudadela. Luego de un arranque turbulento de 2017 en la competencia oficial, los dirigidos por Diego Cagna habían logrado poner en funcionamiento la máquina y los buenos resultados cosechados lejos de casa invitaban más a soñar con estar en la lucha por los puestos de arriba que con sufrir ante el fantasma del descenso.

Pero las derrotas de local contra Guillermo Brown de Puerto Madryn y Ferro encendieron la alarma. Y tras la contundente victoria 3-0, en Floresta, contra All Boys, el “Santo” se olvidó de sumar de a tres. Fueron cuatro juegos en los que sólo sumó dos puntos y el promedio se desinfló rápidamente. Por eso, a falta de cinco fechas para el final, San Martín no tiene mucho margen de error.

Como primera medida, mañana, ante Flandria, debe volver a ganar. En parte porque necesita los puntos y también para inyectarse la dosis de confianza necesaria para revertir una situación compleja, pero de la que puede salir sin mayores inconvenientes.

De las 15 unidades que quedan en juego, San Martín debe sacar 6 (el 40 por ciento de los puntos) para no depender de terceros.

Es decir, si San Martín logra ganar dos juegos, el resto de los equipos que luchan por no bajar de categoría deberían ganar todos los partidos que les quedan por delante. Esta última posibilidad es imposible debido a que algunos deben enfrentarse entre sí. Por ese motivo, el “Santo” tendría margen y hasta podría seguir jugando la B Nacional sumando unos cuantos puntos menos.

“A estos partidos que faltan debemos jugarlos entre todos. Dirigentes, cuerpo técnico, jugadores y sobre todo nuestra hinchada. Entre todos debemos sacar adelante esta situación”, pidió Cagna, quien sabe que el duelo más importante es el de mañana, por su cercanía y porque puede encarrilar el rumbo. “Vamos a enfrentar a un equipo que está en una situación similar a la nuestra, pero que es de los mejores equipos de la categoría en este año. Tenemos que estar concentrados y hacer bien nuestra tarea”, explicó.

Pero más allá de los puntos con los que el “Santo” podría zafar de caer nuevamente a ese infierno llamado Federal A, la mentalidad no debe ser conformista. Además de jugarse la permanencia en la categoría, también debe mirar hacia el futuro. La próxima temporada de la B Nacional tendrá seis descensos por lo que el “Santo” no debe salvarse a cualquier precio, rifando su futuro. A San Martín le quedan cinco finales: los partidos más importantes del año.