Por Carlos Chirino
02 Noviembre 2015
RIENDA SUELTA A LA ALEGRÍA. Varios de los integrantes del plantel aparecen subidos sobre uno de los arcos de La Bombonera. Ese fue el lugar que eligieron para celebrar el título conquistado. reuters
Salió airoso en las paradas más complicadas. Ahí estuvo la clave de la consagración. Boca ganó los dos superclásicos que disputó contra River por el certamen local y además, cada vez que su nivel futbolístico no era el mejor, se recuperó con triunfos contundentes.
Triunfó en 20 de los 29 encuentros que disputó; marcó 48 goles, el más efectivo del torneo, y recibió 23 tantos, una de las vallas menos vencidas. Además, se hizo fuerte jugando de visitante, donde logró nueve éxitos. Sumó tres empates y perdió sólo dos veces.
Sin lugar a dudas, el “xeneize” fue el mejor equipo a lo largo del certamen. Se mostró como una formación sólida y contundente desde que arrancó el campeonato. Ganó en sus tres primeras presentaciones y se mantuvo invicto hasta la jornada 12, con la victoria frente a River incluida. Al “millonario” lo venció por 2 a 0 en La Ribera, con los goles de Cristian Pavón y de Pablo Pérez. Al adversario de toda la vida lo superó en el juego y en el marcador, para no dejar ninguna duda de que fue un justo ganador. En la fecha 13 sufrió un golpe inesperado y durísimo. Aldosivi lo goleó por 3 a 0 en la mismísima Bombonera y tras cartón sufrió la segunda caída. Esta vez a manos de Vélez, en Liniers. El plantel venía muy golpeado, especialmente por no poder asimilar la eliminación a manos de River de la Copa Libertadores.
Fue el peor momento de los “auriazules” y el entrenador Rodolfo Arruabarrena decidió dar un golpe de timón. Cambió más de la mitad del equipo para recibir a Newell’s. La respuesta de los jugadores no se hizo esperar: un contundente 4 a 0 sobre la “lepra”, para retomar la senda del triunfo ante del parate por la Copa del Mundo de Brasil. Después de más de una mes de inactividad volvió la acción, continuaron los triunfos y por si esto fuera poco, había logrado sumar un refuerzo de lujo: Carlos Tevez.
Con el “Apache” en la cancha, el equipo se potenció. Fernando Gago tomó la posta en la mitad de la cancha y Nicolás Lodeiro se convirtió en la manija que tanto necesitaba el “xeneize”. En la fecha 23 Boca contó con la chance de afianzarse en la cima, sin embargo a minutos del final perdió el clásico con San Lorenzo, que pasó a ser el nuevo líder. Y como si esto fuese poco, el “auriazul” debía visitar en la siguiente jornada a River. Fue en Núñez donde recuperó el primer lugar en la tabla gracias al éxito por 1 a 0 y a la caída de San Lorenzo frente a Huracán. Desde ese momento, los dirigidos por el “Vasco” no aflojaron más hasta llegar ayer a la ansiada consagración. Boca es el campeón. Y es nadie podrá discutirlo.
Triunfó en 20 de los 29 encuentros que disputó; marcó 48 goles, el más efectivo del torneo, y recibió 23 tantos, una de las vallas menos vencidas. Además, se hizo fuerte jugando de visitante, donde logró nueve éxitos. Sumó tres empates y perdió sólo dos veces.
Sin lugar a dudas, el “xeneize” fue el mejor equipo a lo largo del certamen. Se mostró como una formación sólida y contundente desde que arrancó el campeonato. Ganó en sus tres primeras presentaciones y se mantuvo invicto hasta la jornada 12, con la victoria frente a River incluida. Al “millonario” lo venció por 2 a 0 en La Ribera, con los goles de Cristian Pavón y de Pablo Pérez. Al adversario de toda la vida lo superó en el juego y en el marcador, para no dejar ninguna duda de que fue un justo ganador. En la fecha 13 sufrió un golpe inesperado y durísimo. Aldosivi lo goleó por 3 a 0 en la mismísima Bombonera y tras cartón sufrió la segunda caída. Esta vez a manos de Vélez, en Liniers. El plantel venía muy golpeado, especialmente por no poder asimilar la eliminación a manos de River de la Copa Libertadores.
Fue el peor momento de los “auriazules” y el entrenador Rodolfo Arruabarrena decidió dar un golpe de timón. Cambió más de la mitad del equipo para recibir a Newell’s. La respuesta de los jugadores no se hizo esperar: un contundente 4 a 0 sobre la “lepra”, para retomar la senda del triunfo ante del parate por la Copa del Mundo de Brasil. Después de más de una mes de inactividad volvió la acción, continuaron los triunfos y por si esto fuera poco, había logrado sumar un refuerzo de lujo: Carlos Tevez.
Con el “Apache” en la cancha, el equipo se potenció. Fernando Gago tomó la posta en la mitad de la cancha y Nicolás Lodeiro se convirtió en la manija que tanto necesitaba el “xeneize”. En la fecha 23 Boca contó con la chance de afianzarse en la cima, sin embargo a minutos del final perdió el clásico con San Lorenzo, que pasó a ser el nuevo líder. Y como si esto fuese poco, el “auriazul” debía visitar en la siguiente jornada a River. Fue en Núñez donde recuperó el primer lugar en la tabla gracias al éxito por 1 a 0 y a la caída de San Lorenzo frente a Huracán. Desde ese momento, los dirigidos por el “Vasco” no aflojaron más hasta llegar ayer a la ansiada consagración. Boca es el campeón. Y es nadie podrá discutirlo.
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