Cosplay: cuando la ficción se vuelve realidad

Cosplay: cuando la ficción se vuelve realidad

Disfrazados de sus personajes favoritos, los cosplayers se transforman en héroes y villanos de cómics, películas y video juegos. Video.

EL MOMENTO DE LA ACCIÓN. En los concursos, el jurado tiene en cuenta el vestuario, la actuación y la puesta en escena de los participantes.LA GACETA / FOTOS DE ALVARO MEDINA - HÉCTOR PERALTA. EL MOMENTO DE LA ACCIÓN. En los concursos, el jurado tiene en cuenta el vestuario, la actuación y la puesta en escena de los participantes.LA GACETA / FOTOS DE ALVARO MEDINA - HÉCTOR PERALTA.

La cantante virtual Hatzune Miku, se cruza en las escaleras con Harvey Dent, el villano de Batman. Un poco más lejos, un zombie, al que le sale sangre por la boca, camina entre distintos stands donde se ven dibujos de algunos ídolos del anime japonés. Ellos y muchos más participaron del sexto Anime Gymnas, una convención que nació hace tres años y que cada vez convoca a más fanáticos del cosplay.

¿Qué es el cosplay? “Es cuando convertís en carne y hueso un personaje que está en dibujitos. Volvés realidad la ficción”, resume Joaquín Juárez Zurita, quien viene organizando el evento del Gimnasyum desde su primera edición. En esa ocasión, fue solo un desfile, pero el éxito que tuvo llevó a que se vaya agrandando hasta generar una convención de anime.

“El cosplayer no es solo un actor, también es un cantante, un costurero y un maquillador”, resume Juárez Zurita. Nicolás Martínez, quien participa en la organización del evento desde hace tres ediciones, agrega que realizar los disfraces requiere de mucha dedicación, donde cada detalle suma. “Hay que pensar en muchas cosas. Si el personaje tiene un diseño en el ojo, tenés que buscar la pupile exacta con ese diseño, lo mismo pasa con el pelo, los zapatos, hasta el accesorio más mínimo hay que recrearlo”, detalla.



“Es interpretar a un personaje que a uno le gusta, con el desafío de hacerse un traje súper elaborado. Es la magia de ser ese personaje por un momento y estar en el escenario interpretándolo” describe por su parte Camila Arias, que esa noche hizo de jurado, disfrazada de King, personaje del video juego King of fighters.

“Si bien el cosplay tiene que ver con cuestiones de juego y hobbies, se están dando mucho los concursos a nivel provincial, nacional y también hay una copa mundial”, cuenta Arias, que es una de las creadoras de la página de Facebook Cosplay Tucumán, que cuenta con más de 800 miembros.

Las oportunidades en las que un cosplayer puede mostrar su creatividad son en los concursos, donde cada participante cuenta con unos minutos para realizar una pequeña actuación en la que se evalúa el traje, el parecido con el personaje y el acting, donde se incluye la puesta en escena.

Para llevar esto a cabo, la mayoría de los cosplayers tucumanos hace acopio de su propia creatividad, a la que suma alguna mano solidaria. Muchas veces son las mismas madres las que tienen que desempeñarse como costureras de súper héroes. Para que Darío Rodríguez se pueda transformar en Shaoran li, personaje del anime Cardcaptor Sakura, la madre de una amiga realizó el traje y otra amiga hizo su espada. “Lo que más se disfruta es actuar del personaje que a uno le gusta, revivir una escena, es divertido”, resume Darío, espada en mano, antes de subirse al escenario.

Por el mismo lado apunta Victoria López Silva que además de ser jurado en alguno de los eventos, tienen una fanpage en Facebook junto a otra amiga. “Al principio nos gustaron algunos personajes, sus personalidades y su ropa; entonces dijimos que estaría bueno que los interpretemos y así empezó”, recuerda López Silva sobre sus primeras incursiones en el cosplay. Los eventos de este tipo tienen varios años en la provincia, siendo el primero el Tinta Nakuy, hace 10 años aproximadamente. “Después fue creciendo y este año se puso de moda que en los colegios se hagan eventos de anime”, añade la joven que ese día encarnó a Len Kagamine, un banco de voz del programa Vocalloid. “Creció bastante, hay más de un evento por mes, antes había que esperar como cinco meses para poder disfrazarse”, suma Marcos Villafañe, que para la ocasión se puso en la piel de Harvey Dent. Ese día, al personaje de Batman le toca hacer de presentador, mientras una decena de participantes se prueba en el escenario.

En las tablas, se nota que algunos le dedicaron más tiempo a sus vestuarios y a sus actuaciones que otros. Aun así, el público no escatima en aplausos para todos. Explícito o no, la premisa era pasarla bien y esa noche todos se convirtieron en héroes... o villanos.

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