Atlético al diván

El del miércoles será un partido interminable para Atlético. Estando a viernes, la derrota por 3 a 2 ante Central Córdoba de Santiago -al momento del inicio del partido el peor equipo de la temporada- y después de ir ganando 2-0, sigue sucediendo en la cabeza de todos los integrantes del plantel, dirigentes que presenciaron el partido y los hinchas que vieron el encuentro por televisión. ¿Cómo es posible que se le haya escapado un partido así y ante un rival tan inferior?

“Hoy (por anoche) va a ser muy difícil dormir. Para todos, ¿eh?, para todos. Para nosotros y los hinchas”, confesó Cristian Lucchetti tras el partido. Y así fue, no sólo se entrometían con el sueño las imágenes del partido, sino un corte de ruta pocos quilómetros antes de llegar a Termas de Río Hondo en el viaje de vuelta. Una pérdida de gas obligó a la policía caminera a cerrar el paso y eso demoró la llegada del plantel por más de dos horas.

Algunos como Leandro Díaz, Luis Rodríguez, Nicolás Romat y Guillermo Acosta salieron del colectivo para intentar hallar una solución que sólo tenían los Bomberos y los técnicos de Gasnor pero las ganas de ganar algo en la fría noche santiagueña podía más. Una revancha en medio de la oscuridad, como la que buscarán el domingo ante Ferro en el Monumental.

“Duele muchísimo pero hay que tratar de dar vuelta la página, descansar y pensar en Ferro. El partido está muy cerca”, admitió un resignado Leandro González, cuyo bonito gol terminó pasando casi desapercibido.

En realidad, después del fatídico 2-3, todo lo bueno que hizo Atlético quedó opacado. “Tiramos por la borda en 15 minutos un gran trabajo de 75”, agregó González. Y todo lo malo, ese cuarto de hora maldito, quedó extendido y exacerbado.

Cuestión de números
Pero las estadísticas ayudan a esa postura. ¿Hace cuánto que un equipo de Atlético no perdía un partido en el que estuvo arriba por dos goles? Mucho. Exactamente, 15 años.

El 23 de abril de 2000, por la temporada 1999/00 del Nacional B, el equipo que en ese entonces dirigía Humberto Zucarelli se había puesto en ventaja 2-0 y 3-1 ante Racing de Córdoba en la “Docta” y terminó perdiendo 4-3. Una pesadilla que no había tenido desde hace 15 largos años, que revivió en Santiago y que servirá de ejemplo para el futuro.

Además de lo que se perdió de ganar en la tabla, la confianza es el primer órgano afectado en la humanidad “decana”.

A partir de ahora, cualquier partido que empiece ganando 2-0 (un escenario ideal para cualquiera), tendrá fantasmas sobrevolando sobre estadio en cuestión y habrá que espantarlos rápidamente. “Hay que trabajar mucho en la parte anímica, después de este partido estamos muy golpeados”, pidió Lucchetti y habrá que hacerle caso. Atlético hizo algo que hace 15 años no hacía y no fue nada bueno. El diván lo espera.