Según un testigo, Martín admitió haber asesinado a María Medina

“Sí, yo la maté”, les respondió Armando Martín a los dos policías que encontraron el cuerpo carbonizado de María Medina dentro de su casa. El imputado por el homicidio doblemente agravado de quien era su novia no hizo un mínimo gesto cuando el agente Albino Miguel Arena dio su testimonio frente al tribunal. Según el relato del policía, que el 11 de abril del 2012 estaba de turno en la seccional 7ª y debió acudir al lugar del crimen, Martín reconoció haber asesinado a su novia.

Arena contó que esa tarde se presentó junto a otro policía en la casa de Corrientes 3.271 en respuesta a una alerta de incendio. “Nos atendió el imputado y nos dijo que estaba todo bien, que se prendió fuego la radio, la tele, no sabía explicar bien”, afirmó el agente ante los jueces de la Sala I Pedro Roldán Vázquez, María Elisa Molina y Juana Juárez. Sin embargo, la parte trasera de la vivienda seguía emanando humo y los policías insistieron en que debían entrar.

El testigo recordó que ingresaron casi por la fuerza y que observaron la puerta de una habitación amarrada con alambre. Los policías empujaron la puerta y se encontraron con un bulto en el piso, que no podían reconocer debido a la densidad del humo. “¿Qué has hecho acá?”, le preguntaron a Martín. Según declaró Arena, el imputado respondió: “sí, yo la maté. Se lo merece porque me vivió traicionando. Es una puta, por eso hice esto”.

En ese instante los policías lo esposaron para llevarlo a la comisaría. “No vi en él ningún signo de arrepentimiento”, remarcó el agente, tras indicar que también encontró en la casa una silla plástica manchada con sangre.

“No es loco”

Otro de los seis testigos que declararon ayer es la doctora Irma Ibáñez, quien atendió a Martín en la guardia del hospital Obarrio luego de que intentara suicidarse en el calabozo de la comisaría, en mayo del 2012. La profesional -ginecóloga, especialista en adicciones y médica comunitaria- recordó que el imputado llegó acompañado por una guardia policial con una orden de evaluación psiquiátrica emitida por la Justicia. “El imputado refería que tenía alucinaciones visuales (decía que la veía a María) y auditivas (que le decían que vaya con ella)”, recordó Ibáñez. No obstante, aclaró: “no me consta que estaba con alucinaciones, eso es lo que él me decía”.

La médica remarcó que Martín insistía con la idea de suicidarse. “Me decía que quería morirse para irse con María”, afirmó. Respecto a la muerte de la joven, el imputado le mencionó que la casa de Corrientes 3.271 estaba embrujada. “Me dijo que ese día habían estado tomando whisky con pastillas y que después estuvo en la comisaría, pero que a ese momento del hecho no lo recordaba”, explicó la testigo.

A la declaración de la médica le siguió el testimonio de Graciela Martín, una de las dos hermanas del imputado. Sobre la relación que tenía la pareja, la mujer aseguró que María buscaba todo el tiempo a su hermano, que lo llamaba por teléfono y que iba a la casa. “Al principio era una relación muy linda, pero después de un tiempo él no quería seguir estando con ella. Pero ella lo seguía buscando. María una vez me contó que iba a un psiquiatra y que tomaba pastillas para olvidarse de él”, añadió la mujer.

Cuando el defensor Sebastián Herrera Prieto le preguntó por el 11 de abril del 2012, Graciela Martín respondió que esa tarde se encontraba en su lugar de trabajo. “Me llamaron de la comisaría preguntándome si mi hermano estaba loco porque lo veían como desorientado, como desorbitado”, explicó. Consultada por el abogado querellante Carlos Mayer sobre la salud mental del imputado, la mujer fue contundente: “mi hermano nunca fue loco, no es loco”.

El tribunal decidió que hoy no habrá debate debido al paro de colectivos (que a última hora de ayer fue suspendido, por la conciliación obligatoria). Por lo tanto, la audiencia se reanudará el jueves con las declaraciones de los testigos restantes. Se estima que la semana próxima se conocería la sentencia.