Pamela, otra víctima de la desidia

Pamela, otra víctima de la desidia

No me pude sacar de la cabeza la respuesta de esa madre. Cuando entrevisté a los familiares de tres personas desaparecidas, hace dos semanas, Mercedes Saldaño fue la única que no mostró esperanzas de encontrar a su hija con vida. “Para mí, Pamela ya está muerta”, contestó con una dolorosa seguridad. El Estado, la Policía y la Justicia no sólo están en deuda con ella, sino que hoy deben varias explicaciones. A la memoria de Pamela, a sus padres, a sus hermanos y a esa nena que se quedó sin su mamá antes de cumplir dos años. ¿Tan grande puede ser la falta de preocupación, de seriedad, de todo? ¿Cómo pudo estar un cuerpo 14 años sepultado sin una identidad? ¿A nadie se le ocurrió contactar a Mercedes, esa mujer que recorrió medio país con la foto de su hija? Son tantas las preguntas y tan pocas las respuestas que, de confirmarse que el cuerpo encontrado pertenece a Pamela, a esta altura la rabia será más grande que el dolor. Ojalá que a alguien le quede un mínimo de cordura para llevarle calma a esa familia.

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