Por Nicolás Iriarte
24 Marzo 2014
UNO, Sí... Barrado, que estrelló un remate en el travesaño y tuvo varias chances, cuida el balón ante Perea, autor del 1-0 final.
Con seguridad, la sensación al salir de la cancha, tras la derrota ante Boca Unidos por 1 a 0, fue la misma en varios hinchas: bronca, impotencia y algo de dolor porque si Atlético había solicitado la Visa de ingreso a Primera a comienzos de este año, en la entrevista de ayer dejó ver su peor antecedente: su falta de gol. A pesar de esa mezcla de sensaciones -amargas- le pido a usted intentar hacer lo que dice el dicho: que el árbol no tape el bosque. O, en este caso, que el bosque no tape al árbol.
El bosque son estas nueve fechas jugadas en 2014, en las que el equipo cosechó nueve puntos de 27 posibles. Algo tan difícil de ocultar como un rinoceronte en un monoambiente. El árbol, es el partido de ayer, en el que decididamente Atlético mereció ganar y engrosar esa estadística. Un pequeño detalle dentro de un gris paisaje que se va desdibujando con el correr de las jornadas.
Luego de tres presentaciones para el olvido, el equipo volvió a tener una identidad, al menos para atacar. Generó más de 10 situaciones de gol, mostró que algunos circuitos de juego estrenados al principio de la era Diego Erroz, ya corroídos por su desuso, todavía funcionan y, principalmente, las ganas de ganar.
Esto no fue posible por tres razones: 1) Matías Garavano. El arquero visitante tuvo siete atajadas claves, incluido el penal a Víctor Píriz Alves. 2) Los severos problemas para definir. Porque cuando el 1 no atajaba, las pelotas iban a la tribuna. Tantos tiros fallidos, le terminaron saliendo por la culata 3) La maldición ante Boca Unidos: sin triunfos en ocho partidos.
Un poco más atrás quedan en el análisis el drama del doble cinco “decano”: Matías Carabajal no logra afirmarse en el puesto y cuando Diego Barrado no puede hacerlo, nadie es capaz de cargar con la responsabilidad de quitar y crear. Que le hayan cabeceado en su área (así llegó el gol de Emmanuel Perea) tampoco no es novedad, pero, fue de los pocos que recibió.
¿Pudo ver el árbol? ¿El bosque? Si es así, entonces estamos en la misma sintonía.
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