San Martín se complicó solo

San Martín se complicó solo

Sobre llovido, mojado. El "Santo" volvió a dejar una pálida imagen y sus chances de pasar de ronda dependen de un triunfo en Salta.

NO ESTUVO ENCENDIDO. Gustavo Ibáñez no pudo desequilibrar nunca a la defensa rival y su equipo lo sintió. En La Ciudadela esperan que “Ratón” recupere su nivel. NO ESTUVO ENCENDIDO. Gustavo Ibáñez no pudo desequilibrar nunca a la defensa rival y su equipo lo sintió. En La Ciudadela esperan que “Ratón” recupere su nivel.
Este comentario podría ser el mismo que se publicó siete días atrás, luego del empate contra Gimnasia, de Entre Ríos. Otra vez San Martín fue una sombra, otra vez equivocó los caminos y una vez más cometió errores que lo dejaron con el corazón en la mano.

Ayer, el equipo de Arnaldo Sialle no pudo torcer la historia y volvió a decepcionar a su gente. Pero claro, hay mandamientos que en el fútbol no pueden pasarse por alto y, de un tiempo a esta parte, San Martín parece haberlos olvidado en lo más profundo del túnel.

La mitad de cancha es una zona clave; allí se ganan o se pierden los partidos y San Martín dejó, una vez más, esa zona liberada. Para poder elaborar juego, lo principal es tener la posesión del balón y otra vez el rival manejó los tiempos.

Cualquier hijo de vecino viene a Bolívar y Pellegrini, copa el medio y decide cómo se juega el duelo. Ahí se diluye todo, el “santo” ingresa en la nebulosa, equivoca la receta y todo se le hace cuesta arriba.

Ayer, el movimiento de piezas en el medio no salió como se esperaba. La dupla Seri-Rodríguez no se complementó nunca, Chacana no sintió la posición de volante por derecha y More no es el jugador indicado para comandar los ataques. Una vez más, San Martín volvió a extrañar a Becica, el hombre que mueve los hilos y lleva al equipo adelante.

Tiro fue práctico. Estuvo firme en defensa y ligerito en el medio. Asfixió al “santo” en esa zona y supo salir rápido de contragolpe cuando tuvo su chance. Y fue el que estuvo más cerca de irse en ventaja al descanso.

En el complemento, cuando San Martín intentaba dejar atrás la pálida imagen, un nuevo error tiró todo por la borda.

A los 15’, Martínez no despejó el balón y le regaló a Tiro una chance que no esperaba. Pérez mandó el balón al área y Cáceres en su afán por despejar, se llevó puesto a Armani. Penal. Milton Zárate adelantó a la visita y la desesperación se apoderó de todos. Por suerte para el “santo”, a los 24’ apareció Diego Méndez para empatar y darle a San Martín una chance más. La última. Si falla, no se clasificará.

San Martín debe mejorar mucho su producción para lograr el objetivo, pero en La Ciudadela la esperanza es lo último que pierden.

Lo bueno y lo malo
Definirá la clasificación lejos de La Ciudadela

Durante este torneo, San Martín sufrió más de la cuenta en su estadio, mientras que lejos de casa su rendimiento creció. Ahora necesita reafirmar esa estadística. 

No depende de sí mismo y su nivel es cada vez más bajo

Debe ganar en Salta y esperar algunos resultados. Para colmo, en las últimas fechas el equipo jugó muy por debajo de lo esperado. Así, se le hará cuesta arriba cumplir la misión.

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