Cabeza fría para rescatar un punto

Cabeza fría para rescatar un punto

Con una paciente definición. Méndez anotó su primer gol en San Martín y así salvó el empate.

CON DEDICATORIA. Diego Méndez festejó su primer gol en San Martín y valoró el hecho de que haya servido para empatar. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO CON DEDICATORIA. Diego Méndez festejó su primer gol en San Martín y valoró el hecho de que haya servido para empatar. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
03 Marzo 2014
Tuvo la oportunidad y no la desaprovechó. Vio el huequito y ahí mando la bocha. ¿Sirvió? Sí, porque de no ser por él y su paciencia de oro hasta encontrar el único vacío desde una zona en llamas (el corazón del área rosarina) San Martín hoy caminaría rengo por la cornisa. Amague tras amague metió Diego Méndez para salvar el empate que al equipo lo tiene aún en la pelea. Ahí la importancia de su cosecha.

“La alegría no es completa porque no se pudo ganar. Pero claro que una derrota habría sido peor”, dice el “Vietnamita” a la salida de un vestuario preocupado. Dividiendo en dos la situación, Diego se fue feliz porque su primer gol con la camiseta de San Martín sirvió para mantener viva la esperanza; pero en su cara, pensando en el grupo, las sonrisas quedan para otro día. “Sabemos la camiseta que tenemos puesta y son las circunstancias las que nos llevan a complicarnos. Por eso siempre hay que ir para adelante con buen juego”, pide el volante. Ese plan anti desesperación y de buen pie es su bandera.

Lo demostró con el gol, en un momento que hizo oídos sordos a la desesperación de todos en La Ciudadela, cuando el equipo estaba 0-1. “Antes de patear no encontraba el lugar. Cuando enganché por primera vez me quedó un jugador de frente y si pateaba le iba a rebotar a él. Entonces le enganché una vez más y por suerte se metió”, relata su conquista Diego, que tuvo la cabeza fría en el momento más indicado. Se lo agradeció todo San Martín.

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