Dos nenas santiagueñas relataron los abusos que sufrieron a manos de su tío

Dos nenas santiagueñas relataron los abusos que sufrieron a manos de su tío

"Me dijo que tenía que hacerle cosas y que él iba a defenderme para que mi tía no me pegue más", contó una de las víctimas del "monstruo de Huaico Hondo".

DETENIDO. El tío de las nenas fue detenido el martes. FOTO TOMADA DE ELLIBERAL.COM DETENIDO. El tío de las nenas fue detenido el martes. FOTO TOMADA DE ELLIBERAL.COM
21 Junio 2013
SANTIAGO DEL ESTERO. El relato de un abuso sexual es siempre estremecedor, y lo es mucho más si se trata de una niña. En este caso, dos hermanitas contaron el padecimiento al que las sometió su tío, que supuestamente estaba a cargo de cuidarlas desde que su madre murió y su padre estaba en la cárcel. 

“Una noche, el tío me llevó a la pieza y me dijo que yo tenía que hacerle cosas. Que únicamente así él iba a defenderme cuando la tía (hermana de su madre) nos quería pagar”, contó una de ellas al diario "El Liberal", de Santiago. En ese entonces, tenía 7 años. Su hermanita, también víctima del hombre al que ya se nombra como "el monstruo de Huaico Hondo", tenía 5 años en 2007, cuando comenzó la pesadilla. 

La confesión de una prima (de 13 años), que también fue víctima del abuso, las empujó a revelar a su padre el calvario que vivieron en una casa del barrio Huaico Hondo. 

Sus tres hermanos varones, en ese entonces, de 9, 12 y 15 años, fueron prácticamente echados de la casa, contó la niña más grande. “Todo empezó después de que el tío tuvo un accidente. Cayó de la moto, lo internaron y en su casa estaba en la cama”, relató. 

"Dos veces al mes me llevaba a la pieza. No me decía nada. Yo sabía, solita, lo que debía hacer. No sabía qué era, pero lo hacía -agregó-. Por ahí yo me encerraba. O me metía debajo de la cama. Él se daba cuenta de que no me gustaba, pero me obligaba, diciendo que mi tía me iba a pegar y él no me cuidaría". 

Según su relato, nadie veía nada, su tía pasaba muchas horas fuera de la casa y sus cuatro primos estaban siempre encerrados. A los 11 años, y luego de que uno de ellos intentara también someterla, se fue de la casa, pero decidió volver por miedo a que le haga lo mismo a su hermana: "Ninguna entendía nada de qué se trataba. Teníamos mucha verguenza",  

Después de que pudo relatar su odisea, el padre de las niñas hizo la denuncia ante la Justicia, y explicó que la confesión de su prima le dio aliento: "Les conté todo esto a mis hermanos porque vi que a mi prima también le hizo lo mismo”. 

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