04 Abril 2013
APUESTA AL FUTURO. El santiagueño Gonzalo Cáceres precede en el trabajo a Rolando Serrano y Augusto Max, que en base a puro rendimiento, lograron ganarse un lugar en el equipo.
El desembarco de Carlos Roldán en San Martín le abrió las puertas a todo el plantel para ganarse un lugar en el equipo titular. Todos debían tener su chance. Lesiones y suspensiones terminaron por hacer posible esa postura del entrenador. Así fue como Rolando Serrano, Lucas Chacana y Augusto Max vieron luz e ingresaron frente a Talleres de Córdoba y dejaron una buena impresión. Incluso puede que ese partido haya sido su trampolín hacia el 11 inicial para el partido del domingo a las 20 en La Ciudadela ante Santamarina de Tandil.
"Los que están hoy en el equipo se ganaron el puesto durante la semana. Desde el primer momento los futbolistas sabían que nadie iba a tener comprado su lugar. Este precepto es una de las reglas principales de mi proyecto futbolístico", dijo Roldán.
"La llegada de un técnico con conocimiento integral del plantel benefició a los que nos veníamos jugando. Esto posibilitó que hoy pueda tener mi chance. No es algo que se da todos los días así que voy a tratar de sacarle el mayor provecho posible", señaló Serrano.
El defensor confiesa que tener de consejero a su hermano Jorge lo beneficia. "Pocos como él saben lo que es vestir esta camiseta. Los consejos que me da cada vez que converso con él me están sirviendo mucho para afrontar estos momentos", señala.
Serrano chico sabe que esto recién empieza. "Partido a partido, uno tiene que ir ganándose el puesto. Me costó tanto llegar que no voy a permitir que se me escape fácilmente", indica el lateral "santo".
A quien le cuesta comprender lo que está viviendo es a Chacana. La suspensión de Gustavo Balvorín y la lesión de Gonzalo Rodríguez le otorgaron al pibe de Barrio Gas del Estado la posibilidad llegar a la primera de San Martín.
"Seguramente me hubiera gustado que esta chance llegara por otro motivo, pero igualmente me gusta haberme ganado la confianza del entrenador", dijo el atacante que tiene un gol en el torneo (A San Jorge, hace un par de fechas y sobre el final). A los 19 años, Chacana tiene bien claro que el tren de las oportunidades no siempre pasa por la misma estación. "Esto hace que trate poner lo mejor de mi parte para responderle al técnico. Pero tampoco tiene que hacerme perder la cabeza... Sé que tengo que seguir aprendiendo. Ahí está la clave de mi futuro", dijo el delantero, sobrino de Carlos Chacana, que se inició en UTA y que hace dos temporadas se encuentra en el "santo".
Nunca es tarde
Por el lado de Max, el volante está hace bastante tiempo en la institución pero ahora parece haberle llegado el reconocimiento a sus condiciones futbolísticas. "Que haya regresado al club un técnico que me conoce mucho me terminó beneficiando. Desde hace mucho que busco esta oportunidad y por una u otra cosa, no se concretó. Igual nunca me bajoneé... Me sirvió para redoblar el esfuerzo y cargarme de paciencia", dijo el central que fue la figura de la cancha en el partido del domingo en Córdoba.
Los tres saben que el futuro está en sus manos. Ahora depende de ellos saber aprovechar el momento. Al menos ya saben que, de parte del entrenador, tienen el crédito abierto.
"Los que están hoy en el equipo se ganaron el puesto durante la semana. Desde el primer momento los futbolistas sabían que nadie iba a tener comprado su lugar. Este precepto es una de las reglas principales de mi proyecto futbolístico", dijo Roldán.
"La llegada de un técnico con conocimiento integral del plantel benefició a los que nos veníamos jugando. Esto posibilitó que hoy pueda tener mi chance. No es algo que se da todos los días así que voy a tratar de sacarle el mayor provecho posible", señaló Serrano.
El defensor confiesa que tener de consejero a su hermano Jorge lo beneficia. "Pocos como él saben lo que es vestir esta camiseta. Los consejos que me da cada vez que converso con él me están sirviendo mucho para afrontar estos momentos", señala.
Serrano chico sabe que esto recién empieza. "Partido a partido, uno tiene que ir ganándose el puesto. Me costó tanto llegar que no voy a permitir que se me escape fácilmente", indica el lateral "santo".
A quien le cuesta comprender lo que está viviendo es a Chacana. La suspensión de Gustavo Balvorín y la lesión de Gonzalo Rodríguez le otorgaron al pibe de Barrio Gas del Estado la posibilidad llegar a la primera de San Martín.
"Seguramente me hubiera gustado que esta chance llegara por otro motivo, pero igualmente me gusta haberme ganado la confianza del entrenador", dijo el atacante que tiene un gol en el torneo (A San Jorge, hace un par de fechas y sobre el final). A los 19 años, Chacana tiene bien claro que el tren de las oportunidades no siempre pasa por la misma estación. "Esto hace que trate poner lo mejor de mi parte para responderle al técnico. Pero tampoco tiene que hacerme perder la cabeza... Sé que tengo que seguir aprendiendo. Ahí está la clave de mi futuro", dijo el delantero, sobrino de Carlos Chacana, que se inició en UTA y que hace dos temporadas se encuentra en el "santo".
Nunca es tarde
Por el lado de Max, el volante está hace bastante tiempo en la institución pero ahora parece haberle llegado el reconocimiento a sus condiciones futbolísticas. "Que haya regresado al club un técnico que me conoce mucho me terminó beneficiando. Desde hace mucho que busco esta oportunidad y por una u otra cosa, no se concretó. Igual nunca me bajoneé... Me sirvió para redoblar el esfuerzo y cargarme de paciencia", dijo el central que fue la figura de la cancha en el partido del domingo en Córdoba.
Los tres saben que el futuro está en sus manos. Ahora depende de ellos saber aprovechar el momento. Al menos ya saben que, de parte del entrenador, tienen el crédito abierto.
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