Numerosos adolescentes ingresan a los boliches y locales bailables consumiendo alcohol, sin ningún tipo de control. Esto pone en riesgo no sólo su vida sino también la de terceros ya que muchos de ellos se movilizan en autos y motocicletas y superan la cantidad de alcohol en sangre permitida.
La situación no es nueva y se repite con regular frecuencia cada fin de semana. No todos los responsables de los locales de diversión cumplen con las normas establecidas. Además los menores utilizan distintos ardides para sortear los controles; por ejemplo, alteran el DNI con el cambio de las fotografías.
Es necesario que todo el peso de la ley caiga sobre los comerciantes inescrupulosos de la movida nocturna, que sólo buscan ganancia económica sin importar si los menores de edad ingresan al local e incluso si se les vende alcohol.
Actualmente, una situación nueva ha encendido una luz de alerta tanto en las autoridades que deben controlar como en las instituciones vinculadas con los adolescentes, entre ellos el Proyecto Padres: cada vez son más las fiestas no autorizadas que se desarrollan en viviendas particulares en distintos sectores de la ciudad, de las que participan menores de edad y se les vende alcohol.
La responsabilidad
Sin lugar a dudas, aunque la responsabilidad de los controles está en manos de los organismos del Estado y, principalmente, de los propietarios de los boliches, el papel que deberían desempeñar los padres es fundamental. Educar a los hijos, crear en ellos la conciencia necesaria para saber que esas conductas son perjudiciales y les pueden costar la vida. Controlar qué hacen los jóvenes, acompañarlos y contenerlos, es deber ineludible de los padres.
Así, todos debemos unir nuestros esfuerzos y trabajar mancomunadamente para preservar a nuestros niños y adolescentes, de manera que no tengamos que lamentar más hechos de violencia. Que tampoco tengamos que sufrir siniestros viales por culpa del alcohol u otras situaciones que perjudican y ponen en riesgo uno de los bienes más preciados de la sociedad, como es la juventud.