Arrancó en Tucumán la campaña antigripal

Actuar antes de que surjan los primeros síntomas. De eso se trata la prevención. Y en los casos de enfermedades respiratorias, es crucial que ello ocurra antes de que empiecen los tiempos fríos. Por eso, el Siprosa se puso manos a la obra.

Hace una semana la Nación comenzó a enviar las vacunas (ya se recibieron 20.000 dosis) y ayer se inició en Tucumán la campaña "antigripe" 2012. Los primeros en inmunizarse serán los trabajadores de la salud, informó el doctor Ricardo Cortez, responsable del Departamento de Inmunología del Siprosa. Se calcula que la semana que viene estará disponible la segunda tanda, con la que se comenzará a inmunizar a la población de riesgo, en el siguiente orden: niños de seis a 23 meses; embarazadas; puerpéreas con lactantes menores a 6 meses; personas de 2 a 64 años con factores de riesgo y mayores de 65 años.

"Tenemos pedidas 240.000 dosis, que el Ministerio de Salud de la Nación irá enviando según su capacidad de distribución y en relación con el espacio físico de almacenamiento disponible", añadió Cortez, e informó que la vacuna que está llegando es la trivalente (combate tres cepas de gripe, dos de Influenza A -H1N1 y H3N2- y otra de Influenza B), con las mismas características que la aplicada en 2011. "El año pasado funcionó muy bien. Se han logrado grandes avances en la inmunización desde 2009", dijo. Por eso, instó a los tucumanos a no bajar la guardia y a participar en la campaña.

Los bebés son prioridad
Además de procurar alcanzar a toda la población de riesgo, el gran desafío del 2012 es lograr la inmunización completa de los menores de 24 meses. "Las mamás deben saber que la vacuna antigripal forma parte del calendario de vacunación obligatorio; y es indispensable que los bebés reciban las dos dosis necesarias para quedar protegidos. La segunda debe aplicarse un mes después de la primera", advirtió Cortez.

Señaló también que la vacuna es gratuita para la población de riesgo que no cuenta con cobertura social. Se debe concurrir a los vacunatorios y no hace falta orden médica, salvo para aquellas personas que sufren enfermedades que disminuyen sus defensas (patologías respiratorias o cardíacas; diabéticos, pacientes oncológicos, etcétera), cuyos médicos de cabecera deben justificar la correspondiente aplicación.