23 Noviembre 2011
El 10 de septiembre de 2008, una explosión en el área demezclado de fulminantes de la fábrica de explosivos Línea RD, en Ohuanta, le produjo gravísimas heridas a José Carlos Valdez, uno de los operarios del sector.
Inicialmente a Valdez le amputaron una pierna, pero por la gravedad de las heridas recibidas murió tres días después.
Familiares y empleados de la fábrica de municiones denunciaron en aquel momento que había 190 empleados, de los cuales 30 manipulaban directamente explosivos sin las necesarias medidas de seguridad.
"Mi hermano manipulaba explosivos pero sin la más mínima protección. Apenas había terminado la primaria, pero ocupaba el cargo de un ingeniero químico que dejó el puesto luego de una explosión que le hizo volar las dos manos", dijo María Valdez, una de los diez hermanos de la víctima. LA GACETA ©
Inicialmente a Valdez le amputaron una pierna, pero por la gravedad de las heridas recibidas murió tres días después.
Familiares y empleados de la fábrica de municiones denunciaron en aquel momento que había 190 empleados, de los cuales 30 manipulaban directamente explosivos sin las necesarias medidas de seguridad.
"Mi hermano manipulaba explosivos pero sin la más mínima protección. Apenas había terminado la primaria, pero ocupaba el cargo de un ingeniero químico que dejó el puesto luego de una explosión que le hizo volar las dos manos", dijo María Valdez, una de los diez hermanos de la víctima. LA GACETA ©
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