"Crecí entre tubos de ensayo, viendo a mi madre trabajar"

"Creo que mi vocación nació de tanto verla a mi mamá en el laboratorio", reconoce. Sus ojos tienen un brillo especial. Está emocionada. Con la medalla de oro colgada del cuello -como se lo pidieron para salir en la foto- y flanqueada por sus profesoras, que no ocultan su orgullo por tenerla como alumna de la Escuela Normal Juan Bautista Alberdi de capital, María Florencia Ladetto sonríe con timidez. No es la primera vez que obtiene un premio, pero sin duda este, otorgado por la 21º Olimpíada Nacional de Química -realizada en Córdoba-, es el más importante.

"Crecí entre tubos de ensayo, viendo a mi madre trabajar muchísimas horas. Cuando era chica me entretenía mezclando sustancias de colores. Creo que todo eso fui incorporando para que me guste la Química", confiesa la alumna de 3º año de Polimodal de la orientación Ciencias Naturales. "Mi mamá (JuliaFariña) es doctora en Química y también investigadora del Conicet. "Siempre trabajó mucho y también estuvo un tiempo en Inglaterra". No oculta una sonrisa cuando habla de su madre. "Sí, la admiro", reconoce.

Ella también quiere estudiar licenciatura y hacer una tesis doctoral en el extranjero, sueña. Florencia viajó a la instancia nacional con sus compañeras de la Escuela Normal Stefanía Lescano, Macarena Villa, Antonella Rodríguez, Andrea López, Emilia Ramos y Josefina Ocampo. También fueron las docentes responsables Estela Díaz y Silvia Ubeid.

Convocados por la Facultad de ciencias Exactas de la UBA compitieron entre 291 alumnos secundarios de distintas escuelas del país. Se entregaron 13 medallas de oro y una fue para Tucumán. "En realidad esta es la segunda medalla de oro que nuestros alumnos traen a la Escuela Normal", aclara con inocultable orgullo la jefa del Departamento de Ciencias Naturales Nora García. Tampoco es la única olimpíada en la que Florencia resulta ganadora. También llegó a las instancias nacionales de Matemática, el año pasado, de Química y de Filosofía, y en la Física obtuvo una mención de honor. "Intervenir en estos encuentros deja grandes enseñanzas. Ademas del conocimiento enseñan a plantarse frente a un examen, a conocer a otras personas con los mismos intereses. Después la relación continua por face", agrega. "Una de las cosas que nos preguntaban -recuerda- es porqué los alumnos de la Normal hablan tan bien de su escuela. Yo contesté que por su pluralidad. Siempre tenemos un lugar dónde insertarnos y desarrollar nuestra capacidad".