"Una vez me lastimó el brazo con un cuchillo"

"Una vez me lastimó el brazo con un cuchillo"

28 Junio 2011
Olga apenas tiene para comer y mantener a sus hijas, pero agradece que puede dormir tranquila. El año pasado, después de más de 25 años de padecer los golpes e insultos de su ex marido, se decidió a denunciarlo y logró que la Justicia lo sacara de su casa. En su relato, Olga delata la naturalización que se ha hecho de la violencia. "Había agresiones al comienzo, pero no era mucho: un insulto, escenas de celos. Pero yo decía bueno, me cela porque me quiere". La situación se agravó cuando vinieron los golpes (trompadas y patadas). "Nos pegábamos los dos, porque yo me defendía", cuenta. Pero el panorama empeoró. "Una vez me lastimó el brazo con un cuchillo. De noche, él afilaba cuchillos en la pared, y me decía: ?no te duermas, gorda cu... porque si no te mato?. Y a la mañana, cuando me levantaba, el cuchillo estaba clavado en la mesa", agrega. "No me daba plata, así que yo tenía que trabajar. Pero cuando venía del trabajo, no me podía ir a bañar. Tenía que sentarme a hacer tiempo, y conversarle, porque si me bañaba, él me decía que yo me iba a sacar lo que los hombres me echaban", sigue contando. La consecuencia de esta situación fue que una de sus hijas se casó a los 16 años; la otra se fue a vivir en pareja a los 19, pero ahora volvió, porque su compañero también la maltrataba. Y la más chica, de 12 años, sufría de escalofríos y de ataques de pánico y le decía: "mamá, hacé algo, porque yo no quiero seguir viviendo aquí, yo no quiero vivir con él". "No me puedo recuperar económicamente, pero estoy tranquila. He aprendido que ellos no tienen derecho a tratarnos mal, y a valorarme más", afirma.

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