El maestro Zaraspe sueña con saltar del ballet al tango

El maestro Zaraspe sueña con saltar del ballet al tango

De paso por Tucumán. Premio del Consejo Mundial de la Danza. Proyectos pedagógicos para niños y jóvenes de esta provincia. Lamento.

INQUIETUDES.- Zaraspe quiere concretar tareas en favor de Tucumán. INQUIETUDES.- Zaraspe quiere concretar tareas en favor de Tucumán.
30 Junio 2003
"Vivo como un individuo que cumple su misión. Jamás he planeado nada; me considero un afortunado. Quiero hacer cosas de proyección internacional con mi provincia. Me duele en el alma que a Tucumán la hayan proyectado como la Biafra latinoamericana", sostuvo el coreógrafo Héctor Zaraspe, de paso por Tucumán.Para Zaraspe, un coreógrafo tucumano de reconocida proyección internacional que sigue dando clases en la Juilliard School de Nueva York, esta visita a su país no es una más.
Es seguro que el jueves, cuando reciba en el Salón Dorado del Teatro Colón una distinción de la filial argentina del Consejo Mundial de la Danza, Zaraspe recordará aquel día del año 1946 en el que la propia Eva Perón le hizo dar un puesto en la sucursal dársena norte del Correo de Buenos Aires y le "facilitó" el ingreso a un hasta entonces inexistente curso acelerado de danzas para varones", en el famoso coliseo porteño. "Hasta entonces, yo vivía con mi madre en Morón; vendía caramelos en la calle y le pagaba con huevos y gallinas las clases a mi maestro", recuerda Zaraspe, quien no se cansa de señalar que hubo dos mujeres que marcaron su vida: su madre y Eva Perón.
En diálogo con LA GACETA, el coreógrafo anticipó que la Fundación Zaraspe, que él preside, trabajará en conjunto con la Fundación Banco Empresario, en proyectos educativos y pedagógicos que involucren a niños y a jóvenes tucumanos. Y deslizó que se trae entre manos para desarrollar en Tucumán un proyecto ambicioso, "de entidad internacional", pero del que él por ahora prefiere no hablar hasta que no se concrete."Es que sin educación y sin sentido de la responsabilidad no llegamos a ninguna parte", reflexionó el artista, quien en su vida ya apadrinó a varios jóvenes tucumanos talentosos que gracias a él pudieron probarse en instituciones norteamericanas.
Tras cincuenta años de una carrera llena de reconocimientos nacionales e internacionales (en la mítica Juilliard School hay un premio a la coreografía que lleva su nombre) Zaraspe sigue entusiasmado como el primer día.
En estos últimos años, este artista versátil (que comenzó haciendo coreografías de folclore y que luego siguió con el repertorio clásico) pudo explotar su fervor tanguero. El espectáculo "Tango pasión", que él coreografió, con música de Héctor Libertella (y el Sexteto Mayor) ha recorrido los más importantes escenarios del mundo, y en 2004 ya tiene su presencia comprometida para las Olimpíadas de Grecia. Zaraspe asegura que va por más, y que en su agenda de mediano y largo plazo figuran puestas de tango con las filarmónicas de Nueva York y Los Angeles, y -tal vez- con la Royal Philarmonic de Londres.

-¿Cómo fue su "salto" de Giselle a Piazzolla?
Yo empecé con el folclore, pero el tango siempre estuvo en mí. Pero el que hizo que el mundo descubriera el tango, fue Piazzolla. Gracias a él se empezó a ver que el tango es una fuerza maravillosa, una música que hermana, que es sensual, sin ser erótica. Y lo que también ha influido es que el tango ha evolucionado. Los jóvenes le han incorporado un nuevo vocabulario. De otro modo, el tango se hubiera convertido en una pieza de museo.

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