17 Abril 2011
El cine cambió. Es una industria globalizada y muy concentrada. Cambió debido a las innovaciones tecnológicas: multisalas, salas digitales, proyección 3D, tecnología Imax de pantallas gigantes.
Además de las multisalas, surgieron la video casetera y el DVD en casa y ahora será las pantalla individual en nuestros celulares.
Antes el cine estaba en el barrio, ahora en el shopping.
Ir al cine era el programa de toda una tarde, la cartelera iluminada, la gran sala forrada en terciopelo. Un cortometraje, un noticiero, una caricatura y la película.
El negocio del cine sigue procurando confortabilidad, promover la oferta de películas de los grandes estudios internacionales y la asociación a la idea de una salida en familia.
A los gestores de la cultura nos sigue sorprendiendo la capacidad de convocatoria del cine como un hecho cultural en muestras o festivales, en los más de 250.000 espectadores de la película "Belgrano" -realizada en nuestra provincia- en proyecciones al aire libre en las plazas públicas del país. O el caso de nuestro cine móvil de la provincia que realiza proyecciones todo el año.
La diversidad cultural genera también diversos circuitos de exhibición. La recuperación de estos viejos cines -como el caso del Plaza- se está dando en todo el mundo también como señal de modernidad, de proximidad cultural: un lugar de nuestro entorno que todos lo sentimos como propio, por lo tanto, de pertenencia.
Estos lugares a futuro pueden pasar a cumplir un rol multipropósito a partir de sus grandes dimensiones. La responsabilidad social del destino de estos sitios nos cabe a todos.
Además de las multisalas, surgieron la video casetera y el DVD en casa y ahora será las pantalla individual en nuestros celulares.
Antes el cine estaba en el barrio, ahora en el shopping.
Ir al cine era el programa de toda una tarde, la cartelera iluminada, la gran sala forrada en terciopelo. Un cortometraje, un noticiero, una caricatura y la película.
El negocio del cine sigue procurando confortabilidad, promover la oferta de películas de los grandes estudios internacionales y la asociación a la idea de una salida en familia.
A los gestores de la cultura nos sigue sorprendiendo la capacidad de convocatoria del cine como un hecho cultural en muestras o festivales, en los más de 250.000 espectadores de la película "Belgrano" -realizada en nuestra provincia- en proyecciones al aire libre en las plazas públicas del país. O el caso de nuestro cine móvil de la provincia que realiza proyecciones todo el año.
La diversidad cultural genera también diversos circuitos de exhibición. La recuperación de estos viejos cines -como el caso del Plaza- se está dando en todo el mundo también como señal de modernidad, de proximidad cultural: un lugar de nuestro entorno que todos lo sentimos como propio, por lo tanto, de pertenencia.
Estos lugares a futuro pueden pasar a cumplir un rol multipropósito a partir de sus grandes dimensiones. La responsabilidad social del destino de estos sitios nos cabe a todos.
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