Una "changa" que reaparece en cada contienda electoral

Mete la escoba vieja en la carretilla que hace las veces se balde y la embadurna bien. Cuando el líquido pegajoso (cal con agua) cubre bien la cerdas de paja, la herramienta improvisada está lista para pintar. El hombre dirige un cuarteto que realiza tareas en el barrio Don Bosco para un legislador y pide no dar nombres porque eso "los compromete". Entusiasmado, explica la técnica como si se tratase de una receta de cocina y da detalles de las proporciones y los ingredientes del menjunje blanco. Detalla que tiene que pintar todos los cordones cuneta, los postes de luz y los troncos de los árboles de las calles ubicadas entre Santa Fe y 12 de Octubre. Enfatiza, además, que no tiene que pedirle permiso a nadie porque "todo eso es público". "Una sola vecina se enojó ¡Nos sacó corriendo! No se dio cuenta que con nuestros trabajos se mejora el aspecto de estas cuadras", considera.

Cuenta que trabajan tres horas por día y que es una "changuita" bastante conveniente que hacen cada vez que hay elecciones.

"Hace tres semanas que estamos por las mismas cuadras porque una vez que nos vamos, vienen los pintores de otro legislador y nos tapan el apellido y ponen el de su candidato. Pero al otro día, volvemos a taparlo. Los postes ya tienen como diez capas de pintura", afirma indignado.

"Esto es una guerra entre Hugo Gacioppo y Alfredo ?Freddy? Quinteros. Se matan por los espacios", delata una habitante de la zona que también prefiere el anonimato.