01 Octubre 2010
PREPARADOS. El copiloto Bruno Stascheit y el piloto Gustavo Ugrotte hicieron prácticas en simuladores durante 20 días en Estados Unidos para llevar la nueva máquina a los cielos. LA GACETA / FOTOS DE JORGE OLMOS SGROSSO
Gustavo Ugrotte y Bruno Stascheit sienten una cosquilla parecida a la que le pica a cualquier persona cuando se compra un 0km. Y sí, en cierto modo, ellos también conducen un 0km. La diferencia con el resto de los mortales es que lo hacen a unos 800 kilómetros por hora y a 4.000 metros de altura. Se trata de los pilotos del Embraer 190, el nuevo avión que presentaron Aerolíneas Argentinas y Austral ayer en Tucumán.
La nave aterrizó en el aeropuerto Benjamín Matienzo las 11.45. En su interior viajaban el ministro de Turismo de la Nación, Enrique Meyer; el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, otros funcionarios nacionales, autoridades de la empresa estatal y periodistas. En Tucumán los esperaban el gobernador, José Alperovich; el presidente del Ente Tucumán Turismo, Bernardo Racedo Aragón; el intendente, Domingo Amaya, y otras autoridades.
Mientras sus pasajeros comían empanadas en una sala del aeropuerto, Ugrotte (piloto) y Stascheit (copiloto) permanecían en sus asientos de mando y respondían sonrientes las preguntas de los curiosos que recorrían el avión. Para ellos, volar esta nave es un lujo para el cual tuvieron que prepararse bastante (tras realizar cursos teóricos en Buenos Aires practicaron durante 20 días en simuladores en Estados Unidos).
"El avión tiene varias ventajas: consume un 50% menos de combustible (que los MD 80 que vuela Austral y que son los que llegan a Tucumán) y, por ende, contamina mucho menos y es más silencioso. Además puede estar más cantidad de horas en el aire. Si bien es una nave más chica que las que actualmente opera la empresa, las supera en tecnología, comodidad y seguridad", explicó el piloto.
Ugrotte y Stascheit admitieron que estar al frente de esta nave (cualquiera diría que hasta tiene olor a nuevo) es un desafío, pero que están felices de poder pilotearla. "Nos sorprende la cantidad de información que recibimos en la cabina. Eso demuestra el avance tecnológico que representa este avión", aseguró el copiloto antes de comenzar a prepararse para volver a recorrer el cielo con su 0km.
La nave aterrizó en el aeropuerto Benjamín Matienzo las 11.45. En su interior viajaban el ministro de Turismo de la Nación, Enrique Meyer; el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, otros funcionarios nacionales, autoridades de la empresa estatal y periodistas. En Tucumán los esperaban el gobernador, José Alperovich; el presidente del Ente Tucumán Turismo, Bernardo Racedo Aragón; el intendente, Domingo Amaya, y otras autoridades.
Mientras sus pasajeros comían empanadas en una sala del aeropuerto, Ugrotte (piloto) y Stascheit (copiloto) permanecían en sus asientos de mando y respondían sonrientes las preguntas de los curiosos que recorrían el avión. Para ellos, volar esta nave es un lujo para el cual tuvieron que prepararse bastante (tras realizar cursos teóricos en Buenos Aires practicaron durante 20 días en simuladores en Estados Unidos).
"El avión tiene varias ventajas: consume un 50% menos de combustible (que los MD 80 que vuela Austral y que son los que llegan a Tucumán) y, por ende, contamina mucho menos y es más silencioso. Además puede estar más cantidad de horas en el aire. Si bien es una nave más chica que las que actualmente opera la empresa, las supera en tecnología, comodidad y seguridad", explicó el piloto.
Ugrotte y Stascheit admitieron que estar al frente de esta nave (cualquiera diría que hasta tiene olor a nuevo) es un desafío, pero que están felices de poder pilotearla. "Nos sorprende la cantidad de información que recibimos en la cabina. Eso demuestra el avance tecnológico que representa este avión", aseguró el copiloto antes de comenzar a prepararse para volver a recorrer el cielo con su 0km.
Lo más popular
