Los círculos de la versatilidad

Estar en los infiernos, hacer un tour por ahí, recorrer esos parajes que Dante visitó en 1318, enfocarse en las líneas de esa áspera sal y, después, pedir a gritos "Tirame al cielo". Luis Gómez Salas editó su segundo álbum solista; el cuarto en su carrera. Así como Dante divide en círculos la casa de Lucifer, este disco también se divide en 10 temas, más un track oculto.

"Coca" arranca con la letra de "Me puedo programar" (Virus), va trasformándose y es el que le da nombre al disco: "tirame al cielo, sacame de este infierno? el dolor es intenso, el dolor sin dolor".

"Cha cha cha" tiene una base impresionante de vientos y un toque house; es lo más lindo del disco. Le sigue "Molestar", elegida como corte de difusión; "No creo"; y "Dos tragos", un tema de verano tucumano, donde a la sombra hacen 40 grados y el amor pesa más en el corazón. Continúan "La noche se fue" y "Tuve una flor" (con la voz -destacada- de Priscila Omil). "Celestina" es un bolero que se parece mucho a los que canta Diego Torres. "Cabeza de góndola" es instrumental, como el track oculto titulado "El amor, un sube y baja".

Gómez Salas exhibe su versatilidad y talento a la hora de montarse en distintos ritmos. El lanzamiento de "Tirame al cielo" lleva a otro artista tucumano a las bateas de todo el país. Gentileza Luis Balderrama.