31 Agosto 2010
Según la agencia Accountemps, entre las 16 y las 18 es el tiempo de menos producción del día en la oficina. Un 32% de los ejecutivos sondeados lo confirma. Otro 28% dice que es la banda horaria de entre las 14 y las 16. Para maximizar la productividad lo primero que se sugiere es autoevaluar la empresa.
Planear con anticipación. Se trata del segundo paso para aprovechar más las horas laborales. No hay que dejar los proyectos desafiantes para el final del día, cuando la energía puede disminuir. Hay que usar los períodos de menor energía para ponerse al día en tareas más rutinarias (como responder los e-mail).
Salga a despejarse. Si se observa que la energía comienza a sumergir o menguar, lo más conveniente es salir de la oficina y estirar las piernas o dar un pase para recargar las pilas. También es necesario tener una buena alimentación, evitando los alimentos altos en carbohidratos, que pueden producir bloqueos.
Un listado de objetivos. Es fundamental elaborar un plan de tareas y que esté visible en el escritorio de la oficina, con el fin de que consultar sobre si se fue cumpliendo a lo largo de la jornada laboral. No hay nada más motivador para un empleado que avanzar con los proyectos que se planifican.
Cambiar de marcha. Si generalmente siente que está luchando para concentrarse, lo más saludable es tomar un pequeño descanso. Cambiar de tareas puede contribuir a un incremento en la productividad laboral al final de cada jornada en el trabajo. Es como recrear las metas trazadas al principio.
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