La clave es definir qué puesto se quiere

La búsqueda de trabajo presupone que el interesado está al tanto de ciertas novedades tecnológicas y de los avances que se lograron en herramientas como el currículum vitae (CV) o la entrevista laboral. El desconocimiento del diseño del currículum, por ejemplo, a menudo ocasiona que la persona interesada en trabajar no sea tenida en cuenta en las empresas en las se que postula para conseguir un puesto. "Muchos jóvenes que buscan por primera vez un trabajo no saben cómo hacerlo. Suelen imprimir un CV modelo y enviarlo a cuanto aviso clasificado leen. Por lo general, el resultado de esta acción no es positiva: la persona no es llamada de ningún lugar y se siente mal por no saber qué puede tener de malo o qué le falta en el CV", señala la psicóloga laboral Ivana Guadalupe Concha.

"En muchos casos -remarca-, es la mala confección del CV lo que hace que ni siquiera sea tenido en cuenta. En la práctica, se traduce en CV con datos cargados en muchísimas hojas innecesarias, lo que se liga casi siempre a la creencia errónea de que el instrumento tiene que reflejar absolutamente todo lo que la persona hizo, y no sólo lo que compete al puesto al que se postula. En algunos casos, se reciben CV bien redactados, pero de personas cuyo perfil no encaja para nada con el solicitado".

Según la experta, no saber reconocer el propio perfil laboral constituye un error, porque no se discrimina correctamente el "de qué puedo trabajar". Revela que hay casos de personas que son convocadas para puestos que nada tienen que ver con sus motivaciones laborales o sus metas inmediatas. "En la entrevista se dan cuenta de que no les gustaría jamás realizar el tipo de trabajo que se les ofrece. No han sabido identificar ?de qué quieren trabajar?", dice. El candidato no debe dejar cabos sueltos y menos aún en las instancias en que pretende causar una buena impresión.