Usaba a su hija "enferma" para obtener dinero

Usaba a su hija "enferma" para obtener dinero

Un timador de Bella Vista embaucó a automovilistas con una historia conmovedora. El caso de la Terminal de Concepción es vista como una mentira.

30 AÑOS. Los concepcionenses están cansados de esperar la Terminal. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL 30 AÑOS. Los concepcionenses están cansados de esperar la Terminal. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
01 Agosto 2010
CONCEPCION.- La mentira, el engaño o la fabulación son recursos a los que muchos apelan en alguna circunstancia de la vida.

"La diferencia entre estas cosas radica en los fines para los cuales fueron inventados. Existe incluso la mentira piadosa que, a veces, se la utiliza para tranquilizar a un paciente grave", sostuvo el letrado Sergio Faiad. Aunque puede haber patrañas "inofensivas", lanzadas con fines de ostentación (comunes en los pescadores), las hay también nocivas o las que superan la línea delictual. Conrado Medina, ex funcionario de Tribunales, recuerda una de ellas. Es el caso del hombre que hace siete años, día por medio, solía instalarse a la vera de la ruta 38 cargando en brazos a una niña de ocho años. Medina, que vive en Monteros, siempre lo transportaba en su auto hasta esa ciudad. Y escuchaba la dramática historia de este padre que, lloviera o tronara, tenía que llevar tres veces a la semana a su hija hasta el Hospital de Niños de la capital. Ahí, aseguraba, le tenían que hacer diálisis.

El pasajero decía ser de San Pedro de Guasayán y aseguraba que nadie lo quería ayudar allí. "El tipo exhibía a su hija dormida y con un tubo insertado en el cuello. Conmovía y daba mucha bronca tanta falta de solidaridad y responsabilidad por parte del Estado", recordó Conrado. Así, transmitió su inquietud a LA GACETA. Y nuestro diario se abocó a buscar al hombre. Pero en Guasayán nadie lo conocía. El intendente y sus funcionarios se consideraban víctimas de una fabulación perjudicial. "Aquí tenemos un vehículo especial para transportar discapacitados y otros enfermos. Además le damos otras ayudas a esa gente. El hombre que se refiere a nosotros como unos desalmados, nunca se acercó y tampoco es de aquí", dijo entonces un allegado al jefe comunal.

En el almacén del pueblo, la dueña estaba preocupada porque un sindicato de camioneros de Buenos Aires le había dejado al hombre una carga con ropas y comidas. Finalmente la misteriosa historia del "hombre de la ruta" salió a la luz. Y entonces aparecieron personas que daban fe de los supuestos padecimientos del desconocido y de las ayudas que le habían dado. La Policía investigó el caso y se dio con una gran sorpresa: era un timador de Bella Vista. Usando a su hija (que no estaba enferma), hizo de la mentira su herramienta de trabajo diaria. El hombre fue detenido.

En el terreno político también existen promesas que vienen siendo mencionadas en plataformas electorales y hoy son asumidas por la gente como mentiras. "Si hay que mencionar una patraña que ya cumplió más de 30 años, es la que se refiere a la construcción de la terminal de ómnibus en Concepción. Mientras no se la haga, seguirá siendo un embuste. Lo curioso es que son tantos los anhelos de que se la construya, que seguimos con algunas esperanzas de verla mientras uno viva", dijo Luis Gramajo. "Recién se va a creer en la terminal cuando algún día se la inaugure. En las próximas elecciones ya no debería figurar entre las propuestas de los partidos ¿Quién lo va a creer?", dijo Enrique Díaz.

La informática se constituyó en otra herramienta muy utilizada para transmitir mentiras de todos los tipos. Así, los "donjuanes" conquistan corazones en cualquier lugar del mundo. Es el caso de Salvador, un hombre de esta ciudad que asegura tener medio centenar de novias en Latinoamérica y Europa. En los ciber es muy conocido. A ninguna de sus conquistas las conoce personalmente. El monitor es su única vía de contacto.

Salvador les prometió a todas viaje y boda pronto. Así, recibió cientos de euros de una ansiosa novia española que quiso asegurarse de que ningún impedimento económico frenara la partida de su Romeo al Viejo Mundo. Pero el hombre ahora consiguió aquí a su verdadero amor. Así las cosas, de viaje, ni hablar. (C)

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