"Siempre es preferible saberla verdad, aunque sea dura"

Estudiantes del secundario hicieron su valoración sobre la mentira, ante una consulta de LA GACETA. La mayoría coincidió en que las mentiras piadosas valen, que entre amigos no debe haber engaños y que los "profes" apelan a "mentiritas" cuando dicen que la prueba será fácil.

Princesa (17 años) -estudiante del secundario- asegura que si la mentira es piadosa, "no es tan mala porque el fin justifica los medios". Por ejemplo, dijo que le mintió a un compañero que lo veía muy bien para una prueba, "pero en realidad era muy difícil que aprobara". Según la joven, "los hombres son todos unos mentirosos: dicen solamente te quiero a vos, pero andan con mil mujeres".

A su vez, Ignacio (18), dice que trata de ser comprensivo con los amigos que le mienten. "A veces esas actitudes se ven como una traición, pero creo que no es para tanto, aunque sí provocan una desilusión en uno", señala. En cuanto a los "profes", indicó que las mentiras son suaves: "nos dicen que tomarán algunos temas y después agregan otros. O nos aseguran que no debemos preocuparnos porque la prueba será fácil y después resulta que es difícil. Es más bien una picardía de ellos". El chico sostiene que algunos padres mienten por temor a decepcionar a sus hijos, y estos, cuando se enteran de la verdad, caen en una desilusión. "Por eso, yo digo que siempre es preferible saber la verdad, aunque sea dura".

Según Paula (15), "la mentira está mal, y tarde o temprano sale y deja sus consecuencias. No olvido que en una ocasión lloré mucho porque un familiar me engañó, aunque después lo terminé perdonando". La estudiante asegura que si alguno de sus amigos la niega o la ignora, y sale por su lado a pesar de que ella lo invitó, "no lo veo más o le hago lo mismo".

"No lo hablo más"
En tono canchero, Tomás (17) asevera que no le gusta mentirles a las chicas porque "después se sienten mal cuando se enteran. A una mujer hay que enamorarla todos los días". Y agrega que si un amigo actúa falsamente con él, "no lo hablo más". Sobre el colegio, dice que hay docentes que mienten "porque en las pruebas te dan una ?banda? de cosas, a pesar de haber dicho que el examen iba a ser fácil". Con picardía, Belén (17) dice: "a mi mamá le miento que voy a un lugar y me voy a otro. Pero a mis padres no los perdono si me engañan". Facundo (16) tiene otra visión. "Si un amigo miente, es sólo una molestia, no es algo grave. Si de parte de mis padres hay una mentira grande, no los perdono. Con mi hermano me puedo enojar, pero no lo condeno", asevera.

Finalmente, para Leandro (17), "la mentira tiene patas cortas, esa es la ?papa?. A la larga o a la corta se descubre". Sobre su pareja, dice que, según el grado de infidelidad, "la perdono o hasta la vista, mamita".