El soñar con un borracho, con un oficio en particular, con equipos de fútbol, con animales e incluso con frutas y verduras tiene su número asignado en los pósters que cuelgan en las agencias de quiniela.
"Hay gente que consulta qué número significa lo que soñó y en algunos casos ganan pero todo es azar, es cuestión de suerte", afirmó Hugo Contar, detrás del mostrador de una agencia de La Rioja al 300, mientras acomodaba las revistas y libros que tiene para que sus clientes consulten la supuesta relación entre los sueños y los números.
Ana Garrido, de otro local de Las Piedras al 900, coincide en que los sueños no siempre se traducen en los números del juego. "Es como en todas las cosas, hay casos en los que se cumple y otros en los que no", agregó. Mientras que Hernán Orellana, de una agencia de Ayacucho al 100, aseguró que varias personas suelen acercarse a preguntar o ingresan al local a mirar los pósters con los significados pero no todas se animan a probar su suerte.
Cuestión de suerte
"Así como en un comienzo se pensaba que los sueños eran producto de los dioses y de los demonios, también cuando soñamos con números u alguna situación concreta, a veces, se le suele atribuir un poder mágico como en una especie de resabio animista al darle un valor de vida al sueño y por eso la gente juega a la quiniela", afirmó el psicoanalista José Azar.
Según el especialista, el hecho de que se corresponda el sueño con el número que sale en el juego es una cuestión completamente azarosa. "No hay nada que compruebe que no se trate de una cuestión casual", expresó.
De acuerdo con Azar, se trata más bien de una atribución simbólica. "Hay estudios de Carl Jung que refieren a la existencia de arquetipos inconscientes que son simbolismos universales, algo que Sigmund Freud afirmaba en un comienzo pero después postuló que la atribución simbólica es puramente personal", explicó.
En este sentido, Azar aseguró que existen cosas que responden a lo universal y a la cultura pero esto lo toma cada uno y de ahí elabora su propia representación simbólica.
Por último, para el psicoanalista esto refiere a una búsqueda de certezas. "Al darle una atribución mágica al soñar se intenta querer vencer al destino, al azar", concluyó.