La ozonoterapia es un método que proporciona revitalización

"El curioso caso de Benjamin Button", la película en la cual Brad Pitt nace con los achaques y síntomas de un adulto de la tercera edad y a medida que crece va rejuveneciéndose, podría ser una realidad.
Aunque aún falta un tramo considerable para que esa ficción sea parte de nuestra vida diaria, el mayor requerimiento de tratamientos corporales y masajes se tornó un hábito en quienes procuran detener el reloj del tiempo para sus apariencias.
Además de las cirugías estéticas, que hoy se practican hasta adolescentes, a través de la colocación de mamas o agrandamiento de glúteos, achicamiento de cinturas con lipoaspiraciones para reducir la acumulación de grasas, se suma la ozonoterapia.
Esta técnica consiste en aplicar ozono (O3) de uso médico al organismo humano con fines terapéuticos. "Es un revolucionario método que ofrece energía y revitalización y previene el desgaste orgánico y el envejecimiento prematuro", explicó María Laura, encargada de un Centro de Estética y Medicina de esta ciudad.
"Los efectos beneficiosos para el organismo humano es que el ozono -un gas que existe en la naturaleza en las altas capas de la atmósfera, que fuera descubierto a fines del siglo XIX- es un potente antioxidante que retarda el proceso de envejecimiento celular, además de ser inmunomodulador, activante del metabolismo del glóbulo rojo y germicida", ponderó la experta en estética y belleza.
La ozonoterapia, que se comenzó a aplicar en el campo de la medicina a partir de la Segunda Guerra Mundial, en principio para desinfectar heridas.
El ozono tiene otros efectos fisiológicos como el de restaurar de la piel acné y micosis cutáneas; drenajes linfático y venoso -elimina el tejido adiposo específico para el tratamiento de lipoesclerosis (celulitis); preafirma y tonifica los músculos y genera una relajación mediante la oxigenación sanguínea; favorece la tonicidad de los tejidos.
También la ozonoterapia efectúa una acción antiinflamatoria interna y externa y actúa como un potente bactericida y viricida en las zonas con problemas fúngicos (hongos) de extremidades y otros.
Otras herramientas para enfrentar el paso del tiempo son la reflexología (masajes basados en técnicas orientales), la aparatología (masajes con aparatos) y la masoterapia, masajes relajantes con aceites esenciales, descontracturantes, drenantes, para embarazadas, reductores, geotermales e hidromasajes, además de baños secos (sauna) y húmedos.
Entre los tratamientos corporales se destacan el dermocomestológico, dermopiel, máscara corporal de fangos, de algas, de uva morada, de café, de chocolate, etc.
Los tratamientos faciales, según explicaron, van desde la higiene facial. limpieza profunda, hidratación hasta máscara de caviar.