Muchos colegios ya habían cerrado aulas debido al alto ausentismo

En las escuelas no se hablaba de otra cosa. Los padres dudaban de enviar sus hijos a clase. Los rumores acerca de la aparición de casos confirmados de influenza A en uno u otro colegio dominaron la mañana de ayer y generaron temor en casi todos los establecimientos escolares. Los altos niveles de ausentismo escolar habían determinado el cierre de varios grados en diversas instituciones educativas, algunas de gestión estatal y otras privadas. Así lo había confirmado ayer al mediodía la ministra de Educación, Silvia Rojkés de Temkin. Otros colegios directamente habían suspendido las actividades en todos los niveles, de manera preventiva, debido al incremento de alumnos con enfermedades broncorrespiratorias.
 "Quiero aclarar que no hay influenza A en las escuelas; los dos o tres casos que se confirmaron corresponden a alumnos que ya fueron dados de alta y volvieron a la escuela, porque se produjeron hace 20 días", había aclarado la ministra. "Los grados se cerraron por decisión del Ministerio de Salud, que tuvo en cuenta la calidad del ausentismo, porque así como hubo chicos enfermos de otras patologías -operados, quebrados o que sufrían gripe- es mayor el número de casos en que fueron los papás los que decidieron no mandarlos a la escuela, simplemente, por miedo a que se contagien de gripe A", había precisado la funcionaria.
Psicosis
 "El ausentismo en todos los colegios es muy grande. Hay una verdadera psicosis colectiva. Los padres no quieren mandar los chicos al colegio. Con este panorama, estamos llamando a cada familia para conocer las razones de la falta de los alumnos, porque en un alto porcentaje no presentan certificado médico. Esto también se presta a especulaciones", dijo el presidente del Consejo de Rectores de la Enseñanza Privada, Héctor Durand.
"Los padres  están muy tensionados. Por un  lado piden que se suspendan las clases pero, por el otro, están preocupados porque esta es una semana de pruebas cuatrimestrales. Algunos alumnos van con fiebre a la escuela para poder rendir, pero se los manda de vuelta a la casa y se les informa que las inasistencias por enfermedad van a ser justificadas. Así lo ordenó el Ministerio de Educación. Además, en algunos establecimientos se ha decidido que las evaluaciones que no se rindieron serán tomadas al regreso de las vacaciones", dijo, por su parte, Josefina Fernández, vicepresidenta del Consejo de Rectores.
Cuestión de organización
En tanto, Josefina Ferrer, de la Comisión de Padres, afirmó que ellos deben intervenir. Hasta ayer al mediodía, la organización insistía en que se adelanten las vacaciones de julio. "Lamentablemente muchos padres llevan sus hijos a la escuela aunque padezcan un resfrío o fiebre. Algunos lo hacen por una cuestión de organización familiar, porque no tienen dónde ni con quién dejarlos", explicó Ferrer.