24 Diciembre 2008
BUENOS AIRES.- La vuelta olímpica como tradicional festejo cumplió Boca en la cancha de Racing. Sin embargo, la celebración fue austera debido al reciente fallecimiento de Pedro Pompilio, presidente del club, a quien jugadores y dirigentes le dedicaron el triunfo.
"El título es para Pedro. Festejamos por un lado pero tenemos un dejo de tristeza", sostuvo el actual presidente, Jorge Amor Ameal.
También uno de los vices de Boca, Juan Carlos Crespi, dijo: "del primero que me acuerdo es de Pedro, que dedicó gran parte de su vida al club". Sebastián Battaglia, la figura de Boca en el torneo, también le dedicó el triunfo al presidente fallecido.
Los casi 17.000 hinchas de Boca que estuvieron en el Cilindro de Avellaneda se olvidaron de la derrota fresca ante Tigre y celebraron a pleno. Casi en forma simultánea La Plaza de la República, en cuyo corazón se erige el Obelisco, se transformó en el centro neurálgico de los festejos. Esa zona quedó pintada de azul y oro en cuestión de minutos.
Miles de personas se juntaron junto al monumento de la 9 de Julio y Corrientes. Muchos tras ver el partido en los bares y restaurantes de la zona. Otros llegaron portando banderas desde distintos puntos de la ciudad.
El entrenador de Boca, Carlos Ischia, se sumó a sus dirigidos para dar la vuelta olímpica. En el vestuario hubo festejos con cantos y alguno que otro descorche de champán. A la medianoche, en el hotel Intercontinental, jugadores y familiares compartieron una cena. "Sólo vamos a brindar", dijo Ameal. (DyN-Télam)
El color de la suerte
Boca jugó la final con la indumentaria alternativa, ya que era local. El equipo lució camiseta, pantalón y medias amarillas con vivos azules. El año pasado, cuando ganó la Libertadores en Brasil, también usó el famoso pantalón amarillo, el color de la suerte.
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