La Ciudadela deja huellas imborrables

Asistir al partido San Martín-Boca fue una experiencia intensa y muy recomendable. Por Inés Quinteros Orio - Fotografía LA GACETA.

LLEGA LA “12”. Se hicieron un lugar a las piñas. La violenta barra mostró organización. LLEGA LA “12”. Se hicieron un lugar a las piñas. La violenta barra mostró organización.
25 Noviembre 2008

Fue mi segunda experiencia en un partido de San Martín, en la histórica Ciudadela; una cancha repleta de gente que no paró de alentar a pesar del agobiante calor tucumano.
Es difícil entrar y no dejarse atrapar por la pasión-euforia de los hinchas rojiblancos, quienes se encargaron de hacer vibrar el campo luego de la deseada atajada de Gutiérrez y del gran gol de Saavedra. Así dejaron atrás a la gran “12”.
El público femenino hizo su parte, combinando los colores de su equipo sin dejar nada al azar. Varias chicas fueron con sus hijos, otras estuvieron atentas con sus cámaras para atrapar a algún jugador interesante. Entre ellos me topé con Javier García (arquero de Boca, para las que no saben), que me dejó una buena impresión.
Visitar La Ciudadela una vez más, con toda su gente, es una experiencia muy recomendable.

Comentarios