"Sin fondos, no hay plan cultural que valga"

"Sin fondos, no hay plan cultural que valga"

Edwin Harvey elogió el modelo del Consejo de Difusión que funcionó desde 1958 en Tucumán, y que condujo Gaspar Risco Fernández.

LEGISLACION. ”El conjunto de leyes de lo que yo llamo Derecho de la Cultura” no es malo, afirmó el experto. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO LEGISLACION. ”El conjunto de leyes de lo que yo llamo Derecho de la Cultura” no es malo, afirmó el experto. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO
20 Octubre 2008

"Hay que restituirle al área de la cultura el espacio de debate específico. Comenzar definiendo cuál es la situación actual de los creadores, desde el punto de vista económico", afirmó el doctor Edwin Harvey, director de la Cátedra Unesco de Derechos Culturales de la Universidad de Palermo.
"En las políticas culturales actuales hay nuevos objetivos; pero no podrán sustituir a los originales, los de la primera mitad de siglo. La biblioteca pública sigue siendo el centro cultural por excelencia y lo va a seguir siendo en la medida en que se tecnifique, modernice y tenga recursos", dijo Harvey.
El experto, que oparticipó en Tucumán en el Congreso de Cultura, elogió el modelo del Consejo de Difusión Cultural tucumano creado en 1958, y uno de cuyos mentores es el filósofo Gaspar Risco Fernández.
"En su provincia, ustedes han tenido un modelo de organismo de gestión cultural; algun día habrá que estudiarlo en profundidad", dijo Harvey a LA GACETA.

- ¿Cómo ve el financiamiento de la cultura en la Argentina?
- Hay una estructura institucional bastante buena. Está el Fondo Nacional para la Cinematografía, creado en 1957, destinado a fomentar la producción de corto, largo y mediano alcance; tuvo variaciones pero tiene recursos específicos que le permiten actuar al margen de los presupuestos. El Fondo Nacional de las Artes cuenta con recursos para financiar la música, el teatro, las letras, los medios audiovisuales y el folclore. Tiene un presupuesto de entre $10 y 12 millones; debería incrementarse. Después está el Instituto Nacional del Teatro; otro organismo autónomo, autárquico, que está reducido a beneficiar el teatro independiente. Y tenemos la vieja creación de Sarmiento, la ley 419 de 1870 que creó la legendaria Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip). Creo que el conjunto de leyes de lo que yo llamo el derecho de la cultura no es malo. Lo que ocurre es que la aplicación de las leyes no siempre está marcada por una política de Estado permanente. Las políticas de Estado de Cultura se miden en función de políticas presupuestarias. Yo puedo tener un gran Plan de cultura; pero si no se basa en recursos presupuestarios genuinos y sólidos, no deja de ser una ilusión. Sin fondos, no hay plan cultural que valga.

- ¿ El ideal presupuestario es el 1% del PBI?
- La Unesco habla del 1%, pero no todos los países se han acercado. Brasil no ha alcanzado todavía el 1 %. De todas maneras, si queremos comparar, deberíamos hacerlo con los presupuestos europeos, pero ni siquiera esa comparación es válida. Se necesitan en la Argentina más ministerios de Cultura, como el de la ciudad de Buenos Aires. Tiene más o menos el 4 % del presupuesto del gobierno de la Ciudad autónoma. Y lo que yo quiero destacar es que ese presupuesto no es extraordinario; porque en el mundo, los presupuestos de cultura de las ciudades son cada vez mayores que en el plano nacional. Porque las políticas se están desarrollando más a nivel local, municipal, regional, más cerca de la población.

- ¿Cómo ve el debate en torno del desarrollo e inclusión y en el que las artes aparecen relegadas?
- Yo creo que el corazón de las políticas públicas va a seguir siendo siempre -y así lo demuestran los países más avanzados en esta materia, como España y Francia- todo el campo de las artes. Sin creación auténtica no hay cultura. Sin patrimonio no hay cultura. Sin patrimonio del pasado, nuestros creadores difícilmente se van poder inspirar en la cultura nacional; tendrán que inspirarse en otras culturas.

- ¿Qué lectura hace de articular cultura con desarrollo?
- El tema de la inclusión social es interesante. Yo creo que todos partimos de la base de que hay que hacerlos desaparecer todo lo que sea bolsones de pobreza. Pero debieran ser materia de una política concertada por todos los organismos de gobierno, entre los que esté Cultura.

- Usted piensa que hay que restituirle al área de la cultura un espacio de debate especifico...
- Exactamente. Hay que comenzar por ver la situación actual de los creadores, desde el punto de vista económico. A partir de ahí, analizar cómo se encuentra el patrimonio cultural, que se deteriora si no se aplica una política adecuada. Y que haya una política interministerial sobre inclusión social.

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