Crecimiento con equidad

Punto de vista. Por Hugo Ferullo - Doctor en Economía, UNT.

27 Julio 2008
El mayor desafío que enfrenta la economía argentina es mantener la senda de crecimiento que viene experimentando en cinco años, mejorando, simultáneamente, la situación de pobreza de la franja menos favorecida de la sociedad, sensiblemente agravada después de esta última crisis. Para conseguir ambas cosas, son condiciones necesarias el buen funcionamiento de los mercados y la instrumentación efectiva de políticas redistributivas del Estado. Frente a mercados abiertos y competitivos, los empresarios argentinos han dado muestras de que son capaces de aprovechar las condiciones favorables que ofrece la economía mundial. Pero nuestra historia muestra también que con las ventajas del mecanismo de mercado no alcanza para integrar económicamente, de manera equitativa, a toda nuestra población. Si pretendemos que las oportunidades que nos da la integración en los mercados globales resulten un verdadero beneficio para todos, el Estado tiene que ejercer cabalmente su función de gestor central de la solidaridad distributiva. La historia mundial de la segunda mitad del siglo XX muestra a la economía argentina como uno de los mayores fracasos mundiales en su intento de construcción de una economía mixta, en la que el compromiso político funcione como complemento para que los frutos de la economía de mercado se repartan sin provocar severas exclusiones sociales. La crisis actual no es más que una nueva manifestación de este fracaso secular de nuestro país, todavía incapaz de lograr los acuerdos políticos básicos que se necesitan para lograr simultáneamente eficiencia productiva y equidad distributiva. Necesitamos del compromiso responsable de todos los actores económicos para que a la eficiencia y a la equidad se sumen verdaderas prácticas de reciprocidad nacidas de la conciencia de que todos.

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