Las señales de agotamiento que comenzó a dar el modelo económico, con una caída en la actividad fabril por primera vez en cinco años y medio, menores ventas en sectores clave como el automotriz, y pérdida de casi toda la competitividad cambiaria lograda tras la devaluación del 2002, hizo reaparecer advertencias sobre la necesidad de dar una vuelta de tuerca a los fundamentos del plan vigente.
La necesidad de atacar la creciente inflación, atraer más inversiones y cuidar el flanco energético aparecen como temas centrales que los especialistas recomiendan atender al Gobierno ahora que se aplacó la pelea con el campo, un conflicto que concentró buena parte de la atención de la presidenta Cristina Kirchner desde marzo último. El panorama se agravó por la pelea interminable con el campo, que duró más de cuatro meses y provocó una ruptura de la cadena de pagos en el interior del país, que ya empezó a sentirse en los centros urbanos, en actividades como el comercio y la construcción.
“Creo que la situación del país no es simple. El ex jefe de Gabinete (Alberto Fernández) hablaba de la necesidad de oxigenar el Gobierno, y pienso que el reemplazo de este funcionario es un paso”, dijo a LA GACETA el presidente de la Federación Económica de Tucumán (FET), Julio Colombres. Sostuvo que es muy probable que se libere el comercio de la soja. “Había mucho dinero que estaba retenido y que no circulaba, que se volcaría al comercio, la parte económica. Y ojalá que la Argentina pueda a partir de la sanción del Senado contra las retenciones móviles un camino, por lo menos en la parte del agro, que le dé más vida y más horizontes a todos los argentinos”, subrayó. Colombres opinó que las perspectivas desde el punto de vista económico son mejores. “De todas maneras, durante los últimos 12 meses salieron muchos miles de millones de dólares del país que hay lograr ahora que vuelvan para completar el cuadro”, remarcó.
Los especialistas sostienen que las cuestiones cambiarias y financieras serán clave para la definición del modo de acumulación que impere en la Argentina durante los próximos años. Para el economista Leonardo Perichinsky, el desempeño futuro de la autoridad monetaria será clave para la definición del rumbo que seguirá la economía argentina. “Si bien ahora parece estabilizado, la baja del dólar de más del 4% que propició el Banco Central durante estos últimos dos meses, genera interrogantes sobre el sostenimiento del esquema macroeconómico actual”, indicó.
El economista alertó que, a pesar de que se normalizaron buena parte de las variables monetarias, “las tasas de interés siguen en niveles desproporcionados”.