25 Julio 2008
Menéndez estará preso en una cárcel común
El jefe del Tercer Cuerpo del Ejército durante el último gobierno de facto fue condenado a cadena perpetua por delitos de lesa humanidad. El Tribunal Oral Federal de Córdoba también dispuso prisión de por vida para cuatro miembros del Destacamento 141 de Inteligencia. La trayectoria de "El Cachorro".
AL PENAL. Luego de 31 años, ayer finalmente llegó la primera condena judicial para Luciano Benjamín Menéndez. TELAM
CORDOBA.- El ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército Luciano Benjamín Menéndez fue condenado a prisión perpetua, pena que deberá cumplirla en una cárcel común pese a su edad (81 años), por la comisión de delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar.
También fueron condenados a perpetua los ex militares Carlos Díaz; Oreste Padován, Luis Manzanelli y Ricardo Lardone, miembros del Destacamento 141 de Inteligencia, vértice del poder represivo en Córdoba durante el terro- rismo de Estado. Sólo tres no recibieron la máxima pena: Carlos Vega, condenado a 18 años y Hermes Rodríguez y Jorge Acosta, a 22 años. Así, tras 31 años de espera, un tribunal sentenció a Menéndez por los crímenes cometidos en el centro "La Perla", el mayor campo de exterminio de esa provincia, por donde pasaron unas 2.300 personas y sólo sobrevivieron 17.
Dentro y fuera del tribunal, donde se reunió una multitud, hubo aplausos y alegría luego del fallo. "Se ordena su inmediata detención y alojamiento en una unidad carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario de Córdoba", determinó el Tribunal Oral Número 1 para revocar la prisión domiciliaria de la que gozaba el represor.
El general (r) y los otros militares fueron acusados por el secuestro, la tortura y el asesinato de Humberto Brandalisis, Hilda Palacios, Raúl Cardozo y Carlos Lajas, ex militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores, acribillados en un simulacro de enfrentamiento el 15 de diciembre de 1977, en Córdoba. Los aspectos centrales del fallo del tribunal, integrado por los jueces Jaime Díaz Gavier, Carlos Otero Alvarez y José Vicente Muscará, son los siguientes:
Se declara a Menéndez coautor responsable de los delitos de privación ilegítima de la libertad calificada por tratarse de un funcionario público, agravada por el uso de violencia por la duración -más de un mes- y por haberse cometido para compeler a la víctima a hacer, no hacer o tolerar algo a lo que no estuviese obligada.
También, por la imposición de tormentos agravada por la condición de perseguido político de la víctima -cuatro hechos en concurso real- y homicidio doblemente calificado por alevosía y por el concurso de una pluralidad de partícipes -cuatro hechos-.
La perpetua también alcanza a Manzanelli, Díaz, Padován y Lardone, como coautores de iguales delitos imputados a Menéndez.
Rodríguez y Acosta (22 años de prisión) y Vega (18) fueron declarados coautores mediatos en tres hechos por privación ilegítima de la libertad y cuatro de imposición de tormentos con las mismas características de Menéndez. Ninguno de ellos fue imputado por homicidio.
Todos los condenados serán trasladados al complejo penitenciario de Coger, ubicado a unos 18 kilómetros de la capital cordobesa.
El tribunal rechazó ocho planteos que habían formulado los defensores, como los casos de incompetencia del tribunal e inconstitucionalidad del juicio, entre otros.
Las defensas apelarán la sentencia ante la Cámara Nacional de Casación Penal.
Amo y señor de Córdoba
Sin un cargo político que respaldara su verdadero poder, Menéndez se convirtió en uno de los símbolos del terrorismo de Estado de los 70 por haber sido el amo y señor de Córdoba.
"El Cachorro" conducía el Destacamento de Inteligencia 141 General Iribarren, a cargo de la cárcel irregular "La Perla", camino a Villa Carlos Paz, considerada, junto con la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) de la Capital Federal, uno de los centros clandestinos de muerte emblemáticos de la dictadura. También dependía de su jurisdicción el Grupo de Operaciones Especiales (OP3) que realizaba los secuestros y asesinatos.
Nació el 19 de junio de 1927 en el partido de San Martín, en el conurbano bonaerense, y hasta ayer jamás había sido sometido a juicio oral. Estuvo preso por los crímenes ocurridos durante la última dictadura desde 1987 hasta 1989, pero el ex presidente Carlos Menem lo incluyó en la lista de los indultados, pese a que no había sido condenado por ningún tribunal. Llegó a ser general de división y a la Comandancia del Tercer Cuerpo de Ejército, con asiento en Córdoba y jurisdicción sobre Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, Mendoza, San Juan, San Luis, Santiago del Estero y Tucumán. Ocupó ese cargo de setiembre de 1975 al mismo mes de 1979, cuando sus diferencias con el Gobierno nacional lo llevaron al retiro. Es que en la dictadura integró el llamado grupo de "los duros", que eran más intransigentes ante la idea de otras alas de abrir el diálogo político. Por ejemplo, fue partidario de un solución bélica al conflicto con Chile por el canal Beagle.
No fue gobernador de Córdoba, pero sí el hombre fuerte de toda la región. Cultivó vínculos fluidos con la Iglesia, orientada en Córdoba por el cardenal Raúl Francisco Primatesta. Además, en su familia hubo otros militares que adquirieron notoriedad, como Benjamín Menéndez, que lideró asonadas para derrocar a Juan Perón. Con prisión preventiva desde 22 de setiembre de 2003, cumplió arresto domiciliario en su casa de Bajo Palermo (Córdoba), y antes de empezar el juicio pasó a estar preso en la sede del Tercer Cuerpo de Ejército.
Durante ese lapso, estuvo preso unos meses en el ex Arsenal Miguel de Azcuénaga, en Tucumán, junto al ex represor Antonio Domingo Bussi. (NA-DyN-Télam)
También fueron condenados a perpetua los ex militares Carlos Díaz; Oreste Padován, Luis Manzanelli y Ricardo Lardone, miembros del Destacamento 141 de Inteligencia, vértice del poder represivo en Córdoba durante el terro- rismo de Estado. Sólo tres no recibieron la máxima pena: Carlos Vega, condenado a 18 años y Hermes Rodríguez y Jorge Acosta, a 22 años. Así, tras 31 años de espera, un tribunal sentenció a Menéndez por los crímenes cometidos en el centro "La Perla", el mayor campo de exterminio de esa provincia, por donde pasaron unas 2.300 personas y sólo sobrevivieron 17.
Dentro y fuera del tribunal, donde se reunió una multitud, hubo aplausos y alegría luego del fallo. "Se ordena su inmediata detención y alojamiento en una unidad carcelaria dependiente del Servicio Penitenciario de Córdoba", determinó el Tribunal Oral Número 1 para revocar la prisión domiciliaria de la que gozaba el represor.
El general (r) y los otros militares fueron acusados por el secuestro, la tortura y el asesinato de Humberto Brandalisis, Hilda Palacios, Raúl Cardozo y Carlos Lajas, ex militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores, acribillados en un simulacro de enfrentamiento el 15 de diciembre de 1977, en Córdoba. Los aspectos centrales del fallo del tribunal, integrado por los jueces Jaime Díaz Gavier, Carlos Otero Alvarez y José Vicente Muscará, son los siguientes:
Se declara a Menéndez coautor responsable de los delitos de privación ilegítima de la libertad calificada por tratarse de un funcionario público, agravada por el uso de violencia por la duración -más de un mes- y por haberse cometido para compeler a la víctima a hacer, no hacer o tolerar algo a lo que no estuviese obligada.
También, por la imposición de tormentos agravada por la condición de perseguido político de la víctima -cuatro hechos en concurso real- y homicidio doblemente calificado por alevosía y por el concurso de una pluralidad de partícipes -cuatro hechos-.
La perpetua también alcanza a Manzanelli, Díaz, Padován y Lardone, como coautores de iguales delitos imputados a Menéndez.
Rodríguez y Acosta (22 años de prisión) y Vega (18) fueron declarados coautores mediatos en tres hechos por privación ilegítima de la libertad y cuatro de imposición de tormentos con las mismas características de Menéndez. Ninguno de ellos fue imputado por homicidio.
Todos los condenados serán trasladados al complejo penitenciario de Coger, ubicado a unos 18 kilómetros de la capital cordobesa.
El tribunal rechazó ocho planteos que habían formulado los defensores, como los casos de incompetencia del tribunal e inconstitucionalidad del juicio, entre otros.
Las defensas apelarán la sentencia ante la Cámara Nacional de Casación Penal.
Amo y señor de Córdoba
Sin un cargo político que respaldara su verdadero poder, Menéndez se convirtió en uno de los símbolos del terrorismo de Estado de los 70 por haber sido el amo y señor de Córdoba.
"El Cachorro" conducía el Destacamento de Inteligencia 141 General Iribarren, a cargo de la cárcel irregular "La Perla", camino a Villa Carlos Paz, considerada, junto con la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) de la Capital Federal, uno de los centros clandestinos de muerte emblemáticos de la dictadura. También dependía de su jurisdicción el Grupo de Operaciones Especiales (OP3) que realizaba los secuestros y asesinatos.
Nació el 19 de junio de 1927 en el partido de San Martín, en el conurbano bonaerense, y hasta ayer jamás había sido sometido a juicio oral. Estuvo preso por los crímenes ocurridos durante la última dictadura desde 1987 hasta 1989, pero el ex presidente Carlos Menem lo incluyó en la lista de los indultados, pese a que no había sido condenado por ningún tribunal. Llegó a ser general de división y a la Comandancia del Tercer Cuerpo de Ejército, con asiento en Córdoba y jurisdicción sobre Jujuy, Salta, Catamarca, La Rioja, Mendoza, San Juan, San Luis, Santiago del Estero y Tucumán. Ocupó ese cargo de setiembre de 1975 al mismo mes de 1979, cuando sus diferencias con el Gobierno nacional lo llevaron al retiro. Es que en la dictadura integró el llamado grupo de "los duros", que eran más intransigentes ante la idea de otras alas de abrir el diálogo político. Por ejemplo, fue partidario de un solución bélica al conflicto con Chile por el canal Beagle.
No fue gobernador de Córdoba, pero sí el hombre fuerte de toda la región. Cultivó vínculos fluidos con la Iglesia, orientada en Córdoba por el cardenal Raúl Francisco Primatesta. Además, en su familia hubo otros militares que adquirieron notoriedad, como Benjamín Menéndez, que lideró asonadas para derrocar a Juan Perón. Con prisión preventiva desde 22 de setiembre de 2003, cumplió arresto domiciliario en su casa de Bajo Palermo (Córdoba), y antes de empezar el juicio pasó a estar preso en la sede del Tercer Cuerpo de Ejército.
Durante ese lapso, estuvo preso unos meses en el ex Arsenal Miguel de Azcuénaga, en Tucumán, junto al ex represor Antonio Domingo Bussi. (NA-DyN-Télam)
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