CONCEPCION.- El chamamé agitó el entusiasmo del público de Aguilares que asistió al Club de Voley de esa ciudad a deleitarse con la folclorista Teresa Parodi.
La intérprete y compositora se presentó el viernes a la noche en la apertura oficial del X Julio Cultural de la UNT.
Ese municipio vivió una fiesta por partida doble: además de actuar en el lugar la correntina, se reinauguró el Centro Cultural "Ricardo Rojas", ahora totalmente refaccionado (ver nota aparte).
Con demoras
El espectáculo de Parodi, previsto para la 22, se inició casi con una hora de demora. La propia cantautora se disculpó por el atraso argumentando que le costó llegar a la ciudad porque, con el grupo que la acompañaba, venía desde muy lejos por vía terrestre. "En varios lugares nos costó conseguir gasoil", maniifestó.
La espera valió la pena. En cuestión de segundos los disgustos quedaron sepultados por el animado ritmo de la música litoraleña. Parodi arrancó de entrada con "No dejes de cantar" y enseguida enganchó con el ya clásico tema "Pedro Canoero". Ambas canciones, de su autoría, están incluidos en su nueva placa discográfica "Autobiografía". "Se trata de un repaso de mi vida artística que desplegué hasta ahora. Es un trabajo que está lleno de afectos y que me gustó hacerlo. También hay temas nuevos" contó Parodi, quien mañana viajará a España a actuar con Mercedes Sosa en la Expo Zaragoza.
Casi todos los temas fueron precedidos de comentarios sobre su vida personal y las composiciones de toda su trayectoria.
Así, reveló que tiene 5 hijos (4 varones y una mujer) y 11 nietos; uno de ellos, Camilo Ezequiel, toca la guitarra en su joven banda. El momento más emotivo de la actuación de la correntina fue cuando interpretó "El ángel de la bicicleta", un tema compuesto por León Gieco en homenaje al joven Pocho Liprati, un trabajador de los comedores infantiles de Rosario que murió asesinado por la policía en 2001. "Es un tema tan genial que siempre le digo a León que el único defecto de esa composición es que no es mía", dijo irónicamente y sonriendo. Después con rostro adusto proclamó: "es muy importante que no exista impunidad".
Parodi interpretó más tarde clásicos como "Apurate, José". "La negra Eulogia", "Cheruvica" y "El cielo del albañil". El chamamé impulsó a la gente no sólo a lanzar gritos agudos, de los llamados "sapucay", sino también a bailar en pareja. La fiesta se prolongó hasta después de la medianoche, en medio de pedidos insistentes de nuevas interpretaciones. Parodi se despidió aclamada con "Resistiendo" y "Puerto Tirol". (C)