"Cuando pase Cristina, le voy a gritar: ¡aguanten las mujeres!"

"Cuando pase Cristina, le voy a gritar: ¡aguanten las mujeres!"

Las expectativas de los estudiantes que esperaban a la mandataria.

10 Julio 2008
Ayer, a las 12, Crisóstomo Alvarez al 300 era dos hileras de uniformes escolares y banderitas celestes y blancas. En una y otra vereda, alumnos del primer año del secundario de establecimientos públicos y privados esperaban ansiosamente para saludar la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que debía pasar por allí para llegar hasta la Casa Histórica.
"Cuando pase Cristina, le voy a gritar: ¡aguanten las mujeres!", adelanta, entusiasmada, Sara Lía Díaz Barros, del Colegio Nacional Bartolomé Mitre. "Ya pasó la ministra de Educación (Silvia Rojkés de Temkin) y nos dijo que está muy bien que hagamos eso. Así que tenemos permiso", agrega su compañera, Vanesa Alarcón.
De inmediato, se acercan Carla Díaz, María Laura Ledesma, Florencia Roldán y Yanet Condorí, quienes lanzan toda clase de proclamas de género, tales como: "estamos muy orgullosas de que una mujer gobierne este país" y "aquí creían que las mujeres no podíamos llegar a ser presidentas", entre otras reivindicaciones.

Otras inquisiciones
"Venimos a ver a la Presidenta porque es un acto muy importante. Pero creo que está mal su actitud con el campo", asegura, convencida, Carolina Carrizo, de la Escuela de Comercio Nº 2. "Tiene que hablar con los productores y arreglar ese problema y muchos otros", agrega, Carla Cuello.
A su compañero, Imanol Barco, le gustaría pedirle que visite la escuela y pregunte qué hace falta para equiparla. "Tenemos ?Computación? como materia, pero no están los equipos que nos hacen falta", advierte su hermano, Eneas.
"La escuela es un monumento histórico, pero no se acercan a brindar ayuda para preservarla", cuenta Mariana Robles Cerruti.
Para entonces, se pelean por hablar Maximiliano Lencina, Fatima Quintana, Luciana Alvarez y Luis Albornoz. "También hay que decirle a Cristina que este año no decoraron la ciudad: no hay banderas en las avenidas", dice una. "Tenemos pupitres de la época en que estudiaba Sarmiento", grita otro. "Faltan sillas, mesas y laboratorios", enumeran a viva voz.
No todos los estudiantes son tan verborrágicos. Los chicos del colegio Juan Pablo II se muestran tímidos y prefieren no hablar.
Otro es el caso del colegio Santo Domingo. "Hubo que elegir un grupo para este acto", cuenta la preceptora Lorena Alvarez. Su par, Verónica Bustos, relata que muchos de los que no fueron seleccionados tenían ganas de participar.
Entre las alumnas, la primera que se anima es Micaela Aldonate. "Me gustaría que la Presidenta dijera, de verdad, qué le parece Tucumán", propone. "Yo le preguntaría cómo piensa manejar el problema del campo", dispara Dannae Cano. "Y si cree que están actuando bien", agrega Camila Sánchez. Florencia Martel las complementa con una pregunta: "¿cuándo se van a poner de acuerdo, Cristina?".

Vinieron en tren desde Buenos Aires para conocer la tierra de sus padres
Cerca de las 11 de ayer la plaza Independencia comenzaba a quedar desierta. Todo las expectativas se habían desplazado hacia la zona de la Casa Histórica para aguardar la llegada de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, en la esquina de San Martín y 25 de Mayo un guía de turismo les explicaba las características del paseo público a 24 alumnos de sexto año de EGB 2. Lucían guardapolvos blancos y sobresalían por una tonada que no era tucumana. Sin embargo, los niños están muy ligados a esta tierra, porque asisten a la Escuela Nº 53 de Moreno (Buenos Aires) que, precisamente, se llama "Provincia de Tucumán".
El nombre del establecimiento no responde a una mera casualidad. Con orgullo, una de las cinco docentes que acompañaba al contingente, Patricia Darmón, explicó a LA GACETA: "tenemos un proyecto que se denomina ?Nuestras raíces? y como muchos de los papás de los nenes son del NOA, en particular tucumanos que se radicaron en la provincia de Buenos Aires, decidimos traerlos a que conocieran dónde están sus orígenes".
Inmediatamente y aunque con algo de timidez, los alumnos Juan Velárdez, Miguel Santa Cruz y René Moreno explicaron que tenían parientes en Concepción, Simoca y Bella Vista, respectivamente. A las 14, antes de tomar el tren que iba a llevarlos de regreso, visitaron la Casa Histórica, como para no olvidar de dónde provienen.

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