Hombres de traje y de gesto adusto. Anteojos oscuros e intercomunicadores en las orejas. En la mayoría de los casos, con el indisimulable pliegue en la parte trasera de la cintura, donde llevan sus armas de fuego. Durante dos días, los custodios coparon el hotel Catalinas Park y no pasaron inadvertidos. Además, todos tenían una credencial de color rojo con una palabra contundente: seguridad.
Fueron cientos los guardaespaldas que cuidaron a los presidentes. Cada mandatario trajo su propia custodia, pero todos dependían directamente de Policía Federal, que tenía a su cargo todo el operativo de seguridad. Como en las películas de Hollywood, los custodios se movieron rápidamente ante cada aparición de los presidentes, que motivaba un remolino de personas a su alrededor. Hablaban a través de un dispositivo que algunos llevan en la solapa de los sacos, y que otros tenían oculto en una mano.
La seguridad fue parte primordial de la cumbre. Por primera vez, se vio un trabajo conjunto tan aceitado en la provincia entre las fuerzas de seguridad. En total, más de 7.000 agentes argentinos tuvieron a su cargo la custodia de los siete mandatarios que permanecieron en la provincia.
El comisario mayor Horacio Jiménez, de la Policía Federal, fue quien tuvo a su cargo la coordinación. Bajo su mando comenzaron a trabajar personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, de Gendarmería Nacional, de la Policía provincial y hasta de la Side. "Todo se desarrolló en forma impecable", indicó Jiménez a LA GACETA.
El funcionario destacó el trabajo de la Policía de la provincia. "Hay que felicitarlos, en nombre de su jefe, el comisario (Hugo) Sánchez, que estuvo en todos los detalles. Sin el profesionalismo de su gente esto habría sido más difícil", indicó Jiménez. Al mismo tiempo agradeció la colaboración de los vecinos. "Si no tuvimos problemas fue en gran parte por la predisposición de la gente. Tuvieron un gran comportamiento", dijo.
Las cuatro fuerzas trajeron, además, cuerpos especiales, como el GEOF, de los federales; el CERO, de la provincia; Antimotines, de Gendarmería; y el de la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Se reforzó, también, el personal de Bomberos y las Brigadas antiexplosivos. "Hubo pequeños incidentes y algunos sustos, pero nada grave. Fue un éxito y lo que se hizo desde la provincia contribuyó en gran parte", finalizó Jiménez.