El maestro lucha en soledad contra la deserción y la desesperanza

El maestro lucha en soledad contra la deserción y la desesperanza

Una ex supervisora reconoce que los maestros deben recibir una mejor preparación, pero además el sistema educativo necesita replantear su funcionamiento.

08 Junio 2008
Para elevar la calidad educativa hay que resolver las inexplicables fallas que tiene el sistema y que deja en soledad al maestro frente a los múltiples problemas de la enseñanza, en el marco de una sociedad donde los menores de bajos recursos caen cada vez más en la marginalidad. Esta es la opinión de la ex docente y supervisora Isabel Gordoa de Flores.
"El docente es un sujeto de aplicación de la norma y no se le puede hacer responsable de los resultados -sostuvo-. El sistema educativo es absolutamente verticalista y el último eslabón de la cadena de mandos es el maestro, que cumple la política educativa emanada del Ministerio. El que pone la cara visible del sistema".

- ¿Por qué los alumnos tienen bajo rendimiento?
- En Tucumán vemos aumentar la cantidad de niños que viven en la calle. Son desertores del sistema educativo. Otros van a la escuela a comer, cansados de estar viviendo en la calle, vendiendo o mendigando. Van a buscar un magro alimento. A un preso se le destina mucho más dinero que a los niños en las escuelas para que coman.

- ¿No hacen falta nuevas estrategias de enseñanza?
A los docentes no se les puede pedir más. Están haciendo, además de la suya, la tarea de trabajadores sociales. Son la valla de contención entre el hambre y la desesperanza. La comunidad está herida por la falta de trabajo, porque no puede acceder a una vida digna, y a ese dolor lo convierte en agresividad. Los docentes son quienes la sufren. Están siendo agredidos por los padres. Y no es porque los padres sean malas personas, sino que buscan una válvula de escape ante la impotencia que la situación económica les produce.

- ¿El docente no debería estar mejor preparado?
- En eso estoy de acuerdo. Los centros formadores de docentes tienen que mejorar la calidad de su servicio: aumentar al menos un año más la carrera y dar una mayor preparación. Este es un déficit que se debe reconocer. Cuando yo estudiaba, mis profesores eran todos universitarios. Hoy es común encontrar en los centros formadores a docentes no universitarios. Eso tiene mucho que ver con la calidad de la formación que recibe el futuro docente.

- ¿Por qué hay tantos maestros sin trabajo?
- En el sistema educativo tenemos casi 30.000 docentes parados. Y seguimos fabricando docentes sin que se aumenten aulas. Es una gran masa humana que no tiene salida laboral. Habría que descomprimirla aumentando un año más a la carrera y también las horas de práctica. Que las prácticas también se hagan en escuelas rurales y en zonas urbanas marginales. Suele ocurrir que los profesores de práctica envían a los alumnos a las escuelas del centro, porque al jefe le resulta cómodo trasladarse en el microcentro. Pero el docente que se recibe no va a trabajar al microcentro, sino a la zona marginal o en el campo. Son dos medios totalmente diferentes. Reitero: hay que reformular la política educativa de los centros formadores.
El sistema educativo tiene hoy en día, más que nunca, muchísimos agentes. Además de los docentes, cuenta con pedagogos, psicólogos y trabajadores sociales ¿Por qué estamos tan mal? ¿Acaso no hay una buena distribución de esos recursos humanos? Habría que plantearse cómo hacer más eficientes esos técnicos docentes para que ayuden al maestro, que en el aula está absolutamente solo.

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